Urabá - 2 marzo, 2018

En Turbo también prohibieron los “picós”

Por Noticias Urabá

Dos medidas, tomadas recientemente por la Alcaldía de Turbo, generan polémica en esa localidad del Urabá antioqueño: una, el toque de queda en las noches para menores de edad, y la otra, la prohibición de los llamados “picós”, parlantes que emiten altos decibeles de sonido y que son usados, como tradición, en las fiestas y bailes en cada barrio del Caribe colombiano.

Picós de turbo en urabá

Los dos decretos que dan vida a las medidas están justificados en generar una mejor percepción de seguridad en la población, según comentó el secretario de Gobierno local, Juan Carlos Díaz Viera, quien apuntó que la prohibición de la circulación de menores de 18 años será entre las 9:00 p.m. y las 5:00 a.m., todos los días de la semana.

“Hay un aumento significativo en el tema delictivo asociado a jóvenes. Los informes de Policía indican que los delitos, en su mayoría, se asocian a muchachos ligados a pandillas”, apuntó.

Díaz Viera reveló que la medida contempla, además, responsabilizar a los padres del accionar de los menores cuando infringen la ley, y la amonestación y llamado de atención a los responsables legales del joven. El toque de queda será durante este marzo y al finalizar el mes se evaluará si se prorroga o no.

El otro decreto polémico en Turbo, y que está en el paquete de medidas para mejorar la seguridad y la convivencia, es el que prohibe el uso de los tradicionales “picós”, y que está vigente desde diciembre pasado.

“Esto generó choque en los habitantes, porque tocaba con la manifestación cultural. En el Caribe ha sido tradición las rumba “picós” y por la cercanía con Turbo hay receptividad de esa tradición”, aceptó el funcionario.

En lo corrido del año, añadió Díaz Viera, se han decomisado ocho de los parlantes: “no quiere decir que estos elementos sean malos, sino que cada que se encendía uno, ocupaba vía pública y había altos decibeles de sonoridad”.

Anotó el secretario que los informes de Policía indican que muchas de las fiestas con “picós” estaban relacionadas con microtráfico de estupefacientes, lesiones personales y hasta homicidios. “Excepcionalmente se da permiso cuando es un evento cultural y se adquiere póliza de responsabilidad, pago de derechos de autor, plan de contingencia, acompañamiento de Policía”, concluyó.