Sergio Fajardo fue sacado de la Universidad Tecnológica de Pereira por encapuchados
Por Noticias UrabáEn la tarde del jueves, 17 de febrero, el precandidato presidencial Sergio Fajardo fue víctima de un hecho de sabotaje político.
Ocurrió cuando el antioqueño visitaba la Universidad Tecnológica de Pereira a las 3:00 de la tarde, en cumplimiento de una charla donde discutiría sobre su campaña electoral y la situación del país con un grueso de jóvenes que lo invitaron desde días atrás.
El candidato presidencial arribó acompañado de siete de sus más cercanos colaboradores cuando fue sorprendido por la explosión de una papa bomba que estalló a escasos metros de donde él avanzaba en su recorrido. Los momentos fueron de pánico, pero él mantuvo la calma.
De inmediato, el aspirante paisa detuvo su marcha y fue sorprendido por un grupo de cuatro hombres que vestían de negro y lucían pasamontañas, que le exigieron se retirara de la institución universitaria.
Fajardo, quien estaba en una vía interna que comunica el Jardín Botánico de la universidad con el área administrativa, se quitó su tapabocas e intentó dialogar y manejar el asunto por su experiencia como académico universitario. Sin embargo, los encapuchados le pidieron que se callara y se retirara con urgencia.
El candidato, junto con su equipo de trabajo, no tuvo otra alternativa que salir de la institución, mientras los hombres lo acompañaron hasta el lugar de ingreso.
En su camino, uno de los profesores se acercó al matemático y le dijo que no era su candidato presidencial, pero rechazó lo ocurrido. Lo consideró un hecho antidemocrático. Otros estudiantes se fueron acercando, se excusaron en nombre de la universidad y afirmaron que era una lástima lo ocurrido.
Minutos antes del hecho, en la UTP había explotado otro artefacto que le generó una herida leve en el rostro a una de las integrantes de la campaña de Fajardo, quien había llegado al lugar como avanzada de la visita del candidato presidencial. Ella, según conoció SEMANA, está fuera de peligro.
Algunos de los acompañantes de Fajardo le contaron a SEMANA que los momentos fueron de tensión y, preliminarmente, no lo ven como un atentado, sino como un hecho de intimidación política.