Policía asesinado nunca le dijo a su familia que estaba en Urabá

Este sábado el Atlántico le dio el último adiós a los otros dos patrulleros que faltaban por sepultar, de los cuatro con arraigo familiar en el departamento que murieron en el atentado con explosivos del que fue objeto una patrulla en Urabá.

Se trata del patrullero José David Pérez, de 25 años de edad, quien llevaba 7 años en la Policía y deja un hijo de 5 años. Su tío político Elvert Serrano, quien lo crió, aseguró que muchos miembros de la familia se sorprendieron con la noticia ya que desconocían que éste se encontraba en esa zona del país.

“La última vez que hablamos con él nos dijo que había sido trasladado para Bosconia, yo me imagino que nos dijo que en realidad estaba en Urabá para que su ni tía ni su mamá se preocuparan”, indicó.

Serrano recordó al joven como una persona llena de vida a la que le apasionaba servir a través de la Policía.

“Ese siempre fue su sueño: ser parte de la Policía. Ahora quería estudiar Derecho”, señaló el familiar, quien fue el único que tuvo fuerzas para hablar con la prensa en medio de los llantos del resto de familiares que le dieron el último adiós a su hijo.

Paralelamente, en el municipio de Suan, en el sur del Atlántico, la población despidió al patrullero Darlin Martínez, de 29 años de edad, quien llevaba seis años en la institución.