Las fuertes lluvias que se prolongaron por unas cinco horas causaron el desbordamiento del río afectando 17 barrios. Cientos de familias lo perdieron todo.
“Esto no es una creciente normal, esto es una avalancha, no nos dio tiempo de sacar nada de nuestros enseres”, contó Luz Marina Córdoba Valencia, una de las damnificadas.
La emergencia obligó a que las autoridades declararan la alerta roja.
Tomasa Núñez, otra de las afectadas, aseguró que estaba en su casa, logró salir con los niños, pero lo perdió todo.
Algunos habitantes tuvieron que subir a los techos de sus casas para evitar ahogarse.
Autoridades municipales piden ayuda al Gobierno Nacional para la reubicación de las familias afectadas y apoyo a grupos especializados en emergencias.
“Casi todos los años se nos presenta esa situación y hay que hacer un esfuerzo grande, una invitación al Gobierno Nacional para que nos de la mano en lo que es la reubicación de estos barrios”, dijo Eliécer Arteaga Vargas, alcalde de Apartadó.
Por su parte, el coronel Gerson Fajardo, comandante de la Policía de Urabá, indicó que se espera el arribo en la mañana de este martes de Ponalsar, la Unidad de Operaciones Especiales en Emergencias y Desastres de la Policía, para la atención de esta situación.
Aunque apenas se está adelantando el censo para conocer el número de damnificados por la emergencia, considerada como una de las peores en la historia de Apartadó, el alcalde estima que son cerca de unas ocho mil personas afectadas por la inundación de unos ocho barrios.
Se habilitaron cinco albergues temporales para atender a los damnificados, algunos de ellos en instituciones educativas por los que unos cinco mil niños no tendrán clases.
