La Fiscalía General de la Nación ocupó bienes por más de 400.000 millones de pesos en una operación de extinción de dominio contra los “Urabeños” o el “Clan del Golfo”, adelantada en la región de Urabá, entre los departamentos de Antioquia, Córdoba y Chocó.
Durante el procedimiento fueron intervenidas fincas, lujosas casa de campo, vehículos de servicio público, empresas transportadoras y una gigantesca hacienda de cría y venta de ganado mejorado genéticamente con más de 3.283 reses.
En total fueron ocupados 98 inmuebles entre fincas, lotes, casas lujosas de descanso sobre el golfo de Urabá, apartamentos y parqueaderos; 28 vehículos, muchos de ellos buses de servicio público, motocicletas y cuatrimotos; 14 establecimientos de comercio; cuatro de sociedades y 3.283 semovientes, entre ganado y caballos.
Esta operación contra el grupo delincuencial superó las expectativas que tenia la entidad, ya que los bienes comprometidos alcanzaron una multimillonaria e histórica suma en la lucha contra el crimen organizado.
Inicialmente, la Fiscalía, con apoyo de la Policía Nacional, puso en marcha una operación para ocupar los bienes del condenado integrante de “los Urabeños”, Ramiro Caro Pineda, conocido como “Nolasco”, su círculo familiar y principales socios, avaluados según los reportes inmobiliarios en 100.000 millones de pesos.
Sin embargo, durante las diligencias realizadas, los fiscales e investigadores establecieron que la fortuna ilegal obtenida por este narcotraficante ascendía a 400.000 millones de pesos, un valor que triplicó lo que se tenía estimado.
En una gigantesca hacienda en Necoclí (Antioquia), era cuidado el ganado y allí se realizaban todos los procesos científicos de las reses, para que participaran en ferias a nivel nacional, en donde ocuparon los primeros lugares como creadores y competidores.
De acuerdo a las investigaciones, la Agropecuaria Bonga la Grande era producto de una sociedad entre “Nolasco” y el confeso narcotraficante Alcides Ríos Mazo, quien fue capturado y condenado en 1997 por la justicia de Panamá por ingresar cocaína a los Estados Unidos, posteriormente fue repatriado a Colombia para terminar de cumplir condena y quedó en libertad en el año 2004.
Según el ente investigador, Ríos Mazo sería uno de los múltiples socios de “Nolasco”, quien en compañía de otros narcotraficantes constituyeron varias empresas de transporte que cumplían rutas en la región de Urabá y municipios de Antioquia, y que servían de fachada para legalizar dineros obtenidos por los cabecillas de los “Urabeños”, entre ellos alias “Otoniel”, por el envío de toneladas de cocaína.
La Fiscalía pudo establecer que la estrategia de “Nolasco” para intentar ocultar los bienes consistió en transferir varias veces las mismas propiedades entre sus compañeras sentimentales y familiares, para mezclar dineros de actividades ilícitas con recursos y negocios legales.