jefe del ‘clan Úsuga’, el hombre de confianza de ‘Otoniel’
Por Noticias UrabáAlias Mico era guerrillero del frente 58 y no se desmovilizó. Se refugia en el Nudo de Paramillo.
Dayro Antonio Úsuga David, el capo conocido en el mundo de la mafia como ‘Otoniel’ y que es la cabeza de la banda de ‘los Úsuga’, les está apostando su seguridad y su vida a varios de sus antiguos enemigos: antiguos guerrilleros de las Farc que por años disputaron con su banda el control sobre el narcotráfico en Córdoba y Urabá.
‘Otoniel’, que es hoy por hoy el narco más buscado del país –Colombia y EE. UU. Ofrecen $ 18.000 millones de recompensa por su cabeza– se mueve hoy por las selvas del Nudo de Paramillo protegido por unos 120 delincuentes armados de fusiles que se reparten en varios anillos de seguridad.
Golpeado por la caída de sus socios (el último fue ‘Nicolás’, capturado hace una semana por la Fiscalía y la Policía), el capo tiene hoy como su hombre de confianza a uno de los guerrilleros del frente 58 de las Farc que no se desmovilizaron y que optaron por seguir en el narcotráfico.
Su alias es Mico, duró más de 15 años en la guerrilla y, dicen los reportes de inteligencia conocidos por EL TIEMPO, es experto en explosivos y en combate. Nació en San Pedro de Urabá, Antioquia, y está sobre los 40 años. Su nombre aún no puede aparecer publicado porque las órdenes de captura en su contra aún están en camino, pero quienes están tras su rastro tienen incluso su fotografía reciente.
‘Mico’ coordina la seguridad de ‘Otoniel’ apoyado por unos 15 hombres del 58 que, a diferencia de él, sí se desmovilizaron y luego decidieron desertar para vender su experticia a la banda criminal más grande del país. Hace ocho meses, ‘Otoniel’ estuvo a punto de ser capturado.
“Logró salir solo en una mula, se desubicó y al parecer se perdió por varios días. El ‘Mico’ coordinó su búsqueda, lo ubicó y lo movió del cerro Yoki al Nudo de Paramillo, donde se refugia actualmente”, dijo el general Jorge Luis Vargas, comandante de Agamenón II, la operación que ha acorralado a la cúpula de la organización criminal. Ese rescate le valió a ‘Mico’ la plena confianza del capo.
El exguerrillero coordina los anillos de seguridad, de la vigilancia de los movimientos de la Fuerza Pública en la zona y hasta de garantizar que en los ranchos donde pasa la noche tenga las comodidades a las que está acostumbrado: colchón ortopédico y el whisky de 18 años, entre otras cosas.