Luego de más de dos años de incertidumbre, el enredo predial que puso en jaque a Puerto Antioquia pareciera ver una luz al final del túnel. Tras aclarar su panorama financiero y sellar un acuerdo que despejó su situación jurídica, esta terminal marítima estaría lista para poner su primera piedra en abril próximo, según lo afirmó el gobernador Aníbal Gaviria.
“Es algo que Antioquia soñó por más de un siglo. Esperamos este mes de abril, en compañía del Gobierno Nacional y de la comunidad de Urabá, avanzar en ese sueño que se empieza a hacer realidad”, expresó el mandatario departamental, durante la rendición de cuentas realizada ayer en la Asamblea de Antioquia.
El camino para que este proyecto pasara de ser una compleja disputa jurídica a una obra a punto de arrancar estuvo marcado por una serie de acercamientos manejados casi como un secreto, en los que el Consejo Comunitario de Puerto Girón y la sociedad promotora de la futura terminal llegaron a un acuerdo para destrabarlo.
Según pudo establecer EL COLOMBIANO, el punto clave se produjo a mediados del año pasado, cuando ese Consejo Comunitario decidió pedir al juez al frente del proceso regular unas medidas cautelares que se habían emitido sobre un área de más de 11.000 hectáreas y que desde diciembre de 2019 habían puesto en jaque a la obra.
Dicha petición, clave para la luz de esperanza que hoy se arroja sobre el proyecto, consistió en una especie de punto medio que beneficiará a las dos partes.
Según quedó formulado en una solicitud presentada a ese juez, mientras el proyecto tendría permitido inscribir unos contratos de servidumbre (que permiten construir la vía de acceso a la futura terminal) y reactivar los trámites para conseguir los permisos ambientales, la comunidad continuaría con su proceso de reclamación sin que esta se interpusiera al desarrollo del puerto.
Luego de una audiencia realizada en julio, el pasado 5 de agosto el juez de restitución liberó un paquete de 11 predios de la zona de influencia del proyecto de las medidas cautelares que tenían frenada la obra y también le dio luz verde a Corporuabá y la Autoridad de Licencias Ambientales para continuar con el trámite de las licencias ambientales.
Con ese panorama aclarado, el segundo empujón que tuvo el proyecto consistió en su cierre financiero. En enero de este año, el gerente de Puerto Antioquia, Andrés Bustos, anunció que con dos créditos firmados con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Financiera de Desarrollo Nacional (FND) se había completado una bolsa de US$393,7 millones y el proyecto tenía caja suficiente para arrancar con las obras.
Bajo ese panorama, y si todo marcha según lo planeado, el proyecto se convertiría en la primera terminal, de las tres que se proyectan en el golfo de Urabá, en salir del papel
Fuente: https://www.elcolombiano.com/antioquia/el-acuerdo-que-destrabo-obras-de-puerto-antioquia-PH16997329