No hay que salir de Antioquia para encontrar el mar, no hay que viajar a otros departamentos para ir a la playa. El Urabá también es Caribe. Para los que buscan algo más, la oferta turística es amplia y va más allá de las palmeras, las olas y la arena.
Y es que cada vez más turistas se dan cuenta de esto al visitar el norte del Urabá en vacaciones, como afirmó Valdemiro Gorgona, comerciante en el muelle turístico de Necoclí, quien explicó que cuando empezó a funcionar ese lugar “llegaba muy poquita gente, la información se repartió y hoy es diferente”.
En todo el Urabá antioqueño hay sitios turísticos, desde las bocas del Atrato en límites con el Chocó hasta el volcán de Arboletes en la parte más nórdica del departamento, limitando con Córdoba. Alfonso Gómez, hotelero de Arboletes, apuntó que es una tierra mágica, con múltiples atractivos, donde se vive en calma.
Bajando de norte a sur, el primer municipio es Arboletes (último si se mira desde Medellín).Tiene bellas playas, pero es famoso principalmente por su volcán de lodo. Lorenzo Acuña, alcalde de Arboletes, apuntó que el turismo es la segunda línea económica de este municipio, “la cual ha crecido progresivamente”.
“La infraestructura vial de cuarta generación nos va a permitir tener una afluencia mucho mayor de turistas y hay que estar preparados. Los inversionistas han mirado esto y están buscando sitios dónde hacer inversiones”, agregó Acuña.
Hacia el sur, a pocos kilómetros de Arboletes, está San Juan de Urabá, un municipio poco turístico pero con gran potencial. La administración municipal está apostando a incentivar este renglón económico. Precisamente gracias a un convenio entra la Gobernación de Antioquia y la Unión Europea habitantes del municipio realizaron un diplomado en turismo para que las inciativas en este tema nazcan desde las comunidades. Este convenio también forma a habitantes de otros municipios de la subregión que tienen vocación turística.
Necoclí es el municipio más turístico del Urabá antioqueño, con sus numerosas playas, ciénagas y humedales, así como gente amable. Carlos Rojas, apoyo de la Dirección de Turismo de este municipio, señaló que “Necoclí, sin duda alguna, ha tenido crecimiento en la parte turística. Los hoteles legalmente constituidos tienen una capacidad de albergar más de 1.000 personas y en temporada alta se copa”.
El siguiente municipio es Turbo, una ciudad que le apunta al desarrollo portuario e industrial, pero que no pretende olvidar el turismo, según apuntó Elkin Villalobo, coordinador de Turismo de esta localidad.
En Turbo inicia la Ruta del Banano, en la cual los turistas pueden apreciar el proceso productivo y las extensas plantaciones. Esta vocación bananera es aún más patente en Apartadó, conocida como la capital bananera de Colombia, y continúa por Carepa hasta Chigorodó.
Para el turismo cultural y etnográfico, viajar a Mutatá es una buena opción; o hacia el suroccidente, aunque de más difícil acceso, Murindó y Vigía del Fuerte.
Incentivar el turismo responsable
A inicios de 2017, el Gobierno Nacional anunció la puesta en marcha de doce corredores turísticos, entre estos el corredor Antioquia-Chocó que comprende el Urabá. Alonso Monsalve, presidente de la Junta Nacional de Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), destacó la importancia de este corredor, así como que se realice un turismo que lleve desarrollo a las comunidades y no problemas.
“Hay que entender que el turismo es la actividad que más moviliza gente por lo que si no se hace de manera responsable también es un aspecto muy negativo en la conservación del medio ambiente, la tranquilidad, el deterioro de la cultura, la seguridad, la prostitución. Aquí se debe instaurar el turismo de naturaleza, cultura y conocimiento, para conservar el medio ambiente, la cultura y la gente”, señaló Rojas.
Aunque el turismo ornitológico es poco explotado en esta región, organizaciones ambientalistas y las administraciones locales contemplan incentivarlo. En los últimos y primeros meses del año, las playas son cubiertas por aves que vuelan en grandes bandadas desde Canadá y Estados Unidos debido al enfriamiento del hemisferio boreal. Revolotean por encima de las aguas y en gavilla se arrojan sobre los cardúmenes de peces. Las aves migratorias se mezclan con las especies autóctonas y otros viajeros que esperan una oportunidad para conseguir comida.
La biodiversidad es uno de los mayores encantos de Urabá, donde se conjugan diversos tipos de turismo: etnoturismo, agroturismo y ecoturismo.
Un puente para ir al Chocó
La vía más cercana para ir a las playas del Urabá chocoano es por Antioquia, desde Necoclí y Turbo.
Villalobo afirmó que Turbo es “el enclave de conexión con toda la costa del Urabá chocoano”. Añadió que actualmente están construyendo un muelle turístico en el casco urbano del municipio con capital público que será operado por la administración local. “La nación lo construye a través de Fontur y lo da al municipio. Está proyectado para entregarse en noviembre de este año”.
Muchos de los turistas que llegan a esta región lo hacen como un puente, concluyó Gorgona, “algunos se quedan en Antioquia, otros se van para Capurganá y las otras playas del Chocó; yo diría que por igual”.