La vida de Andrés Felipe Amaya Rivera tuvo un cambio del cielo a la tierra. Este joven de 17 años de edad fue elegido por el diario británico The Guardian como uno de los jugadores con mayor proyección en el fútbol.Nació un 25 de abril de 2001 en Barrancabermeja, pero un año después se mudó junto con su familia a Urabá, Antioquia, un territorio marcado como uno de los más violentos en el país. Descifrar la violencia en Urabá es ante todo comprender las dinámicas de un territorio en construcción nacido de colonizaciones sucesivas.
«Fue duro crecer en ese ambiente, pero gracias a Dios no hubo problemas con ningún familiar mío. Eso sí, la violencia se veía a diario», sostiene Amaya
A pesar de todo, este delantero que está próximo a ser mayor de edad, aseguró que en sus inicios fue mediocampista. «Yo jugaba de volante ’10’, llegué a Huila y en las juveniles me colocaron de volante seis, y luego me subieron a delantero», agrega.
En primera división suma 23 encuentros y tres tantos, sus víctimas fueron Jaguares, América de Cali y Atlético Nacional. Precisamente ante este último equipo le dio la victoria al equipo ‘Opita’ luego de 16 partidos en línea.»El gol que más celebré fue ante Atlético Nacional, el cual nos dio tres puntos tras llevar varios compromisos sin sumar.
Todos mis compañeros me felicitaron, me dijeron que siguiera manteniendo ese nivel, que grandes cosas iban a llegar», dice Amaya Rivera.Como todo jugador de fútbol, Amaya tiene dos referentes: Dayro Moreno (por el torneo local) y Cristiano Ronaldo (a nivel mundial).»En el fútbol colombiano soy seguidor de Dayro Moreno, me gustan los movimientos de él, hace buenas diagonales, veo videos de cómo se desmarca.
Es un goleador neto, todas las que le queden las mete. No he podido hablar con él, nos enfrentamos en aquella oportunidad, pero no hablamos», agrega el joven santandereano.Con respecto a la noticia del diario The Guardian, Amaya reconoció que «pues la verdad estoy muy contento por todo lo que se me está dando. Siempre soñé con ser futbolista y hoy estoy viviendo ese sueño. Quiero seguir creciendo en lo profesional y personal».
