Desmantelan red de tráfico de cocaína en embarcadero de Urabá vinculada al Clan del Golfo
Por Noticias UrabáA 9 detenidos les dieron casa por cárcel luego de un ritual de santería. Según la Policía, metían cocaína en contenedores. Así operaban.
El seguimiento policial a un cargamento de tres toneladas de cocaína destapó una red de corrupción enquistada dentro de una importante empresa bananera de Urabá, que a escondidas de los jefes contaminaba los contenedores con la droga del cartel narcotraficante Clan del Golfo.
La investigación comenzó cuando un informante alertó a la Armada Nacional sobre un alijo de cocaína en la zona portuaria de Cartagena, el 27 de diciembre de 2022.
Los uniformados registraron un contenedor que había zarpado 10 días antes desde el corregimiento Zungo Embarcadero, en Carepa, Antioquia, y cuyo destino final era Algeciras, en la costa mediterránea de España.
Camuflados en cajas de plátano, encontraron varios paquetes rectangulares del alcaloide, marcados con el logotipo BMW 2022. En total había 3.000 kilos del estupefaciente, que según las autoridades pertenecían al frente Carlos Vásquez del Clan del Golfo.
El hallazgo produjo consternación en la Dirección Antinarcóticos de la Policía, porque ese mismo contenedor ya había sido inspeccionado por sus funcionarios en el embarcadero de Carepa, sin detectar nada extraño. ¿Qué pasó entonces?
Una cámara que no alcanzaron a bloquear registró el movimiento irregular en un contenedor de plátanos.
Tácticas de distracción
El cargamento de plátano había sido despachado por Unibán, una de las empresas líderes del mercado en la exportación de banano y plátano.
Con apoyo de sus directivos, los agentes de la Dirección Antinarcóticos investigaron el área de acopio de los contenedores, detectando varios movimientos inusuales.
En la tarde del 16 de diciembre anterior, el perro policía mostró un comportamiento errático. Rastreaba varios lugares del puerto y dio la señal de olfateo positivo más de una vez, lo que obligó a los patrulleros y al personal portuario a revisar varios contenedores, sin encontrar nada.
Los investigadores creen que los traficantes impregnaron varias superficies a propósito, para confundir al canino y a los policías del turno. “Es una forma de despistar, para poder mover la droga por otro lado”, contó uno de ellos.
La inspección al contenedor de plátanos terminó a las 10:00 p.m., sin novedades, y los uniformados le pusieron los respectivos sellos de verificación en las puertas, los cuales están hechos de papel adhesivo.
Según el protocolo, dicho contenedor debía ser transportado a la zona de despacho para embarcarlo, pero fue desviado en el camino.
Los empleados y contratistas presuntamente involucrados en el ilícito lo trasladaron al patio de mantenimiento, donde estuvo cuatro horas, sin que esto fuera reportado en la planilla de seguimiento.
“Ellos hicieron lo que se conoce como ‘nido’: rodean ese contenedor, poniendo otros alrededor, y así bloquean la visibilidad para poder hacer su trabajo”, reveló la fuente.
Las cámaras de seguridad también fueron obstruidas con vehículos montacargas, según la Policía.
Acto seguido, rompieron los sellos de la Dirección Antinarcóticos, sacaron varias cajas de fruta y las reemplazaron con las que estaban contaminadas de droga.
Al terminar el procedimiento pegaron otros sellos falsificados y a las 2:00 a.m. condujeron el contenedor a la zona de embarque, sin alertar a los supervisores de la irregularidad. Al despuntar el sol, el barco partió rumbo a su primera escala en Cartagena.