El agrietamiento en las aulas de clase de la institución educativa de la vereda Filo de Damaquiel, del municipio de San Juan de Urabá, obligó a cerca de 700 estudiantes a desocuparlas. Mientras las grietas completan ya siete años y cada día se empeoran, la comunidad educativa reclama una pronta intervención o la reubicación del colegio.