De hecho, el rebote social que se registra actualmente en el Chocó, es fruto de la indolencia oficial de sus gobernantes locales que se centran más en dirimir sus disputas políticas domésticas que en gestionar los recursos nacionales y administrar bien los locales en pro de la comunidad.
Si los gobernadores de Antioquia y Chocó desplegaran una encarnizada lucha en pro de la salud en sus departamentos, probablemente no merecerían tanta atención de los medios de comunicación como la encarnizada lucha que libran por quedarse con el corregimiento de Belén de Bajirá.
Ahora tienen toda la atención mediática del caso porque sus problemas sociales: educación, salud, servicios públicos, empleo, vivienda, etc., han devenido en problemas de orden público, y las cámaras de televisión, tras las tanquetas del SMAD, siempre encuentran una buena nota periodística para llamar la atención de los televidentes.
Calmados los ánimos se apagan los reflectores (…) “Y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas”.
Algo parecido se ve en Antioquia. Si se midiera el despliegue noticioso que los medios le han dado a la encarnizada dispuesta sobre Belén de Bajirá, frente a las marchas que desde todos los rincones del departamento se emprenden demandado atención sanitaria en medio de unos hospitales públicos al borde la quiebra, seguramente Belén de Bajirá aparecerá muy arriba en los registros.
En el portal de Asmedas – Antioquia, se informa que en más de 80 municipios, los hospitales públicos están entrando en punto de no retorno, como el San Vicente de Paul de Medellín o el Gilberto Mejía, en Rionegro: Las EPS y otras entidades les adeudan más de un Billón de pesos, a lo que se suma el cada vez más difícil proceso de recaudo ante la sistemática cultura del NO PAGO adoptada en el sistema de salud por las aseguradoras.
Y no solo es Antioquia, aunque suene a “consuelo de tontos”. Un estudio adelantado por la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, en una muestra de 146 instituciones afiliadas, se revela que las deudas de las EPS se elevaban a $7.1 billones, a 30 de junio de 2016. Con una tendencia de crecimiento anual del 16%, podría estimarse que al día de hoy, dicha deuda puede alcanzar fácilmente los 8,2 billones de pesos.
Cierto que algunos medios de prensa vienen incluyendo en sus emisiones cotidianas informes puntuales sobre problemas de atención en salud de las distintas EPS; pero lo puntual no soluciona el problema general. Todos sabemos que el modelo de salud no funciona mientras sea un negocio, y que la solución es implantar un nuevo modelo en donde el interés general quede por encima del interés pecuniario de los grupos financieros que hoy en día administran los recursos de la salud.
Pero bien: lo que se pretende resaltar en esta nota es que la beligerancia desplegada por los gobernadores de Antioquia y Chocó por quedarse con Belén de Bajirá, fuera digna de mejor suerte, por ejemplo, en este campo de la salud que amenaza con quebrar las clínicas y hospitales del país, especialmente a aquellos de mayor cobertura entre las clases económicamente más necesitadas.
Fin de folio.- Tan fácil de arreglar el problema de Belén de Bajirá: hágase un referendo preguntándole a los habitantes a dónde quieren pertenecer, y punto.
Vía Noticiasdiaadia