Cerca de 140 personas en seis veredas perdieron sus viviendas.
Después del aguacero de 10 horas, la creciente del río Chigorodó afectó a cerca de 140 personas.
Alrededor de 36 familias perdieron sus enseres y parte de los cultivos.
La creciente del río rompió la barrera que protegía la zona, por lo que las autoridades de la región invitaron a los habitantes a alertar sobre cambios en el nivel de afluentes.
«Estamos en alerta naranja en las veredas Guacamayas, Candelaria, La Colorada, entre otras», dijo Manuel Vásquez, coordinador de Gestión de Riesgo del municipio.
Esta situación contrasta con el panorama de hace un mes, cuando los habitantes quedaron sin agua potable por la fuerte sequía que mató algunos animales y afectó cultivos.
A la altura del municipio, se encuentra el río León, que según el Departamento de Gestión del Riesgo, se mantiene en alerta naranja por altos niveles en su caudal. Así mismo, 70 localidades se encuentran en riesgo por posibles crecientes y deslizamientos.