Yanciith Moreno, hace rifas y rebusca leña para darle un plato de comida a los «ñeros» de Apartadó

Yanciith Moreno , madre cabeza, no conoce el significado de la palabra solidaridad, lo lleva en la sangre, lo tiene tatuado en la piel.

»A ellos los miran con desprecio, la gente se cambia de acera cuando los ve. Pero son los seres más agradecidos del mundo. Yo sé que es pasar necesidades».

Llegó en medio de una pertinaz, pero constante lluvia, sin quitar la mirada del piso, me dijo, »señor, me regala un poquito de esa leña». Su humildad, sencillez y porqué no decirlo, su miedo, me llamaron la atención.

Le pregunté, pensando que era para hacer tamales para la venta, ¿para qué la necesitas? y ella sin levantar la mirada dijo, »es que yo cuando tengo forma o logro vender las boletas, le hago comida a las personas en situación de calle».

No les miento la piel se me erizó, cuando vi en esa delgada mujer, con pinta de pandillera, -malditos prejuicios-, la solidaridad sin pretensiones, sin pedir nada a cambio, si ningún objetivo mezquino. Solo el deseo de ayudar, y punto.

Con la rifa, la ayuda de su madre y sus parceros, recolectó 350 mil pesos y repartió 150 porciones de arroz con pollo. Sí, 150 platos y no dieron abasto, aunque según el DANE, en Apartadó no hay habitantes en situación de calle.

Hoy, les está preparando un dulce, el dinero no dio para más, pero ella tiene la seguridad de conseguir recursos, para llevar un plato caliente a los desfavorecidos, a los nadies, a los excluidos.
Seguro yo sería uno de ellos, si no hubiera tenido una oportunidad.