Las comunidades de los corregimientos de Belén de Bajirá, Blanquicet, Macondo y Nuevo Oriente exigen que se efectúe una votación. Gran parte de los pobladores rechazan que el Gobierno Nacional haya entregado sus territorios al Chocó, cuando históricamente, aseguran, han pertenecido a Antioquia.
Mucho se ha hablado del litigio entre Antioquia y Chocó por el corregimiento de Belén de Bajirá, pero en realidad son cuatro las poblaciones que reclama el Chocó. En Bajirá, las posiciones de los pobladores están divididas, hay una parte que históricamente se ha sentido antioqueña y reclaman seguir perteneciendo a este departamento, en especial quienes nacieron allí o llevan más de 30 años viendo la presencia institucional paisa, pero hay otro porcentaje, principalmente los que llegaron de otras zonas del Chocó desde finales de los noventa atraídos por la palma de cera, quienes reclaman ser reconocidos como chocoanos.
En el año 2000, atraído por la misma palma, el Chocó reclamó el territorio, como lo recuerda José Cordero, quien llegó en 1974: “Traían tejas de cinc para regalar, mercados, empezaron a decirle a la gente que se saliera del Sisbén de Antioquia y se pasaran para el Chocó, a pesar de que ellos no tenían capacidad para atenderlos, nunca se habían visto por aquí y llegaron porque vieron que podían obtener regalías de la palma”.
Blanquicet, Nuevo Oriente y Macondo son territorios de Turbo o por lo menos así se creía y así se sentían sus pobladores. Marlon Díaz, presidente de la Junta de Acción Comunal de Blanquicet, asegura que ellos fundaron sus comunidades hace 38 años y siempre han sido un corregimiento de Turbo, “aquí siempre ha estado Turbo, la salud, la educación, la seguridad, todo. Apenas hace cinco días llegaron unos funcionarios de Riosucio a una brigada de salud. La gente no los recibió”, dijo.
En Blanquicet son 900 habitantes y todos reclaman ser antioqueños, “no recibimos funcionarios del Chocó y estamos exigiendo que nos escuchen, no tenemos por qué ser despatriados, esperamos que esto se defina a nuestro favor, no entendemos por qué no nos quieren escuchar”, manifiesta Díaz.
La misma posición tienen en Nuevo Oriente y Macondo. Nunca ha habido presencia chocoana, siempre han estado en el mapa de Antioquia y la presencia institucional ha sido de este departamento, por eso exigen que el Gobierno los escuche, “queremos una consulta popular, que nos escuchen, no comprendemos el comportamiento del Gobierno central, por qué se comporta como una dictadura. Aquí somos antioqueños y nos deben respetar nuestro derecho. Mandarnos al Chocó es condenarnos al atraso”, explica Díaz.
Estos cuatro corregimientos tienen las mismas características, tierras ricas para la ganadería y siembra de productos, riqueza minera, están cerca de la ciénaga de Tumaradó, estratégicamente ubicados cerca de la vía Panamericana que unirá al país con Centroamérica. “Aquí sabemos que la intención del Chocó es explotar el territorio, su riqueza, no les interesa nuestro desarrollo”, manifiesta Díaz.
Algo similar a lo que opinan en Bajirá, pues según sus habitantes, son muchos los intereses que allí se tienen de grandes empresas para explotar ese territorio, “aquí se mueven muchas cosas y a mucha gente le interesa que esto sea del Chocó, porque aunque en toda parte hay corrupción, en el Chocó sí que más. Entonces es mejor hacer negocio con el que se deja comprar fácilmente que con el que te pone más trabas, con eso le resumo todo. Por eso la gente no habla, porque tiene miedo”, explica Efrén*, quien a sus setenta y muchos años, conoce bien cómo se maneja la zona.
La decisión de las comunidades de Blanquicet, Nuevo Oriente y Macondo es no recibir ningún funcionario que llegue del Chocó, esperan que las gestiones que se adelantan desde Antioquia lleguen a buen término y les permitan seguir siendo antioqueños. De lo contrario, seguirán insistiendo en que se haga la consulta popular o contemplan un paro en la zona, pues creen que sus derechos fueron vulnerados “el IGAC se adelantó en hacer la publicación del mapa, no sabemos por qué. El Gobierno Nacional nos tiene que escuchar, aquí no hay divisiones, aquí todos somos Antioquia”, concluye Marlon Díaz.
El director del IGAC ha manifestado que los límites entre los dos departamentos no han variado desde que el Chocó se conformó en 1947 (acto legislativo 01 de 1944 y ley 13 de 1947), a lo que Díaz deja en el aire la pregunta: ¿Si se supone que estos terrenos siempre fueron de Chocó como dice el IGAC, entonces por qué tuvieron que hacer un nuevo mapa?