La agrupación paramilitar que controla más de la mitad de la droga que sale de Colombia es el cartel de narcotráfico más grande y poderoso de Suramérica.
El Clan del Golfo, considerado el grupo narcotraficante más grande de Colombia, y uno de los más grandes de América Latina, resalta como la mayor amenaza para Colombia tras la firma del Acuerdo de Paz de 2016.
Es una de las bandas que se apropió de los negocios de narcotráfico y extorsión de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), agrupación paramilitar que se desmovilizó en 2006. En sus orígenes también fue conocido como Los Urabeños, nombre que recibió del Gobierno colombiano.
El grupo tiene influencia en varias zonas de Colombia, especialmente en los departamentos de Antioquia, Chocó, Córdoba y Meta, en la región Urabá (limítrofe con Panamá), donde nació y continuó su expansión a otras zonas, incluida la frontera con Venezuela.
Los negocios del Clan del Golfo
El Clan del Golfo controla regiones clave geográficamente para enviar cocaína al exterior. Un negocio que deja multimillonarias transacciones para la organización; que es liderada por Dairo Antonio Úsuga David, alias «Otoniel».
El Ministerio de Defensa colombiano indicó que el Clan del Golfo maneja alianzas criminales con estructuras de narcotráfico en Costa Rica, Honduras, Guatemala, Panamá y México, entre ellas el Cartel de Sinaloa. Según datos gubernamentales se calcula tres mil integrantes, entre miembros fijos y colaboradores a cambio de un sueldo.
El Clan del Golfo controla gran parte de los puertos colombianos, medios han reportado que los narcotraficantes deben pagarle a este grupo un monto en dólares por cada kilo de cocaína que salga por los puertos bajo su control entre la costa del Pacífico y la costa de El Caribe.
La organización criminal establece comandos regionales a cargo de resguardar los corredores y puertos por donde se mueve la droga que trafican y para brindar protección a sus altos mandos. En las zonas urbanas tienen alianzas con pandillas y grupos criminales que operan para ellos a cambio del control del microtráfico de drogas y extorsiones a pequeños negocios.
La operación Agamenón contra el Clan del Golfo
El Gobierno colombiano ha enfrentado las acciones paramilitares de este grupo con las operaciones Agamenón I y II. En los últimos dos años el Clan del Golfo ha perdido 12 jefes y más de 1.500 miembros han sido capturados, según datos del Gobierno de ese país.
Uno de los hitos de estas ofensivas fue la neutralización del “Indio”, tercero al mando del Clan del Golfo. Ahora los únicos cabecillas con vida son “Otoniel” y Carlos Antonio Moreno Tuberquia, «Nicolás».
En agosto de 2017, Roberto Vargas, conocido como «Gavilán», quien fuera segundo al mando en la organización criminal, fue abatido por las fuerzas de seguridad colombianas, Luis Orlando Padierma, alias «Inglaterra» tomó su lugar y fue abatido tres meses después.
Por “Otoniel”, líder del Clan, el Gobierno de Estados Unidos ofrece cinco millones de dólares, mientras que el de Colombia mantiene una recompensa de un millón.
Anuncio de cese al fuego
A finales de 2017 las también autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AUC), anunciaron a través de su página web un cese unilateral «de acciones militares ofensivas» en Colombia.
Al respecto, el presidente de ese país, Juan Manuel Santos, destacó que la banda de narcotráfico más importante de Colombia había enviado «una manifestación expresa de la voluntad de acogerse a la justicia» pero aclaró que eso significaba la apertura a negociación política pues «porque son delincuentes y narcotraficantes».