Padre de futbolista de Atlético Nacional sería el ‘zar’ de la coca en Urabá
Por Noticias UrabáSu forma de operar parecía sencilla. Desde el golfo de Urabá, César Moya Beltrán, alias James, les ordenaba a sus ‘coyotes’ que reclutaran migrantes ilegales cameruneses, congoleses, paquistaníes y hasta de otros países asiáticos para transportar coca hacia Centroamérica y luego a Estados Unidos en lanchas ‘go fast’.
Logró mantener a flote su próspero negocio ilegal durante 6 años gracias a sus nexos con el ‘clan del Golfo’ y a que se ufanaba de ser el padre de Cristian Moya, mediocampista del Atlético Nacional.
Su ‘modus operandi’ quedó consignado en un extenso expediente que la Corte del Distrito Sur de Florida, división de Tampa, reveló, para sustentar la solicitud de extradición, que acaba de ser firmada por el presidente Iván Duque.
Daniel S. McDonough, agente de la DEA en Tampa, identificó a ‘James’ y comprobó que le pagaba a cada migrante 70 millones de pesos por adelantado para mover los alijos.
Los soplones
Según el indictment, al que EL TIEMPO tuvo acceso, Moya –de 52 años, nacido en Riosucio, Chocó– sacaba las ‘narcolanchas’ desde Necoclí y Turbo. Allí tenía un taller para adaptarlas con las caletas que llevaban el alcaloide.
Su enlace era Jovanis de Jesús Ávila, alias Chiquito Malo, segundo al mando del ‘clan del Golfo’, cuyo poder criminal azota a Chocó, Antioquia, Córdoba, Bolívar, Sucre, Atlántico y Magdalena.
“(Moya Beltrán) era el responsable de localizar a los miembros de la tripulación de las ‘go fast’ y pagarles por sus servicios (a los migrantes) en lo relacionado con el tráfico marítimo de cocaína”, consignó el agente de la DEA. De hecho, allí dice que ‘James’ era “el reclutador y financiero” de la red criminal.
Para desarticular la red se les siguió el rastro a tres ‘narcoviajes’. Incluso, en uno de ellos la Marina británica impidió que la ‘go fast’ ‘coronara’.
“Los tres envíos fueron interceptados en aguas internacionales del mar del Caribe el 19 de agosto de 2013, el 22 de agosto de 2014 y el 9 de septiembre de 2015, o alrededor de esas fechas”, dice el reporte del agente McDonough.
Uno de ellos fue localizado a 38 millas náuticas del sureste de Corn Island, cerca de Nicaragua. “El buque de su majestad, Argyll, de la Marina Real Británica” detectó una de las ‘go fast’ mientras realizaba un patrullaje de rutina.
Tras esa incautación empezaron los líos para el padre del jugador.
Las tres personas que fueron capturadas y entregadas a la DEA señalaron a Moya Beltrán como su reclutador.
Con esa información se planeó un operativo con la Policía y la Fiscalía –desarrollado en Medellín, Turbo y Apartadó–, que culminó con la captura de Moya Beltrán y de tres de sus cómplices.
Su extradición entró en cuenta regresiva.
Según el indictment, deberá responder por los delitos de concierto para distribuir y poseer cocaína, mientras se encontraba a bordo de una embarcación sujeta a la jurisdicción de Estados Unidos; y concierto para distribuir el alcaloide ilegalmente importado, en Estados Unidos.
La acusación data del 29 de marzo de 2018, de la Corte del Distrito Medio de Florida, División de Tampa. Pero la extradición se concedió mediante resolución 232 de noviembre de 2019.