Ayer domingo 28 de febrero, la Organización Indígena de Antioquia (OIA) reportó que un niño embera, de 13 años, perdió su pierna izquierda luego de pisar una mina antipersona en el municipio de Murindó, en el Urabá antioqueño.
El menor identificado como Plinio Dogarí Majoré iba acompañado de uno de sus profesores, quien también resultó herido tras la detonación del artefacto.
De acuerdo a la información entregada por la organización, Plinio Dogari transitaba por el resguardo indígena Río Murindó cuando pisó el explosivo. La Guardia Indígena se encargó de trasladarlo a un centro de salud de alta complejidad.
La OIA señala al Ejército de Liberación Nacional (ELN) como los responsables de estos hechos tras una serie de amenazas que este grupo armado lanzó contra las comunidades de la zona.
“Desde el mes de enero anunciaron, a través de un panfleto y un audio de WhatsApp, el peligro que correrían las comunidades si no permanecían confinadas en sus tambos”, aseguró la organización.
Según los habitantes de esta zona, el ELN se encuentra en una disputa con el Clan del Golfo por el control del negocio del narcotráfico y la minería ilegal en este territorio.
“Esta situación pone en peligro el proceso organizativo, la jurisdicción espacial indígena, los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y el derecho a la vida de nuestros indígenas”.
Aunque las autoridades no se han pronunciado oficialmente sobre los hechos, una comisión humanitaria reportó graves violaciones de derechos humanos en varios de los municipios del Alto Baudó.