En marzo pasado las autoridades de Murindó declararon el estado de calamidad, luego de las intensas lluvias que causaron el desbordamiento de algunos ríos.
Hoy, ocho meses después, este municipio de la región de Urabá y a orillas del Atrato, sigue con gran parte de su territorio inundado y unos 2.000 habitantes afectados.
Las lluvias de los últimos días anegaron un centenar de viviendas -algunas que amenazan desplomarse-, el hospital y el comando de Policía.
El alcalde Jorge Eliécer Maturana dijo que “esa situación nos preocupa, son casas en estado avanzado de deterioro y sentimos miedo de que la presión del agua las tumbe. En la que se hospeda el comandante se cayó. El comedor y la cocina de los policías ya se tuvo que reparar”, acotó.
Maturana reportó que además de en la cabecera municipal, hay inundaciones en las veredas Campo Alegre, Tobadó y Bella Luz.
Sobre el reporte de inundaciones en Antioquia, el gobernador Luis Pérez dijo que “hay comunidades que desde que se hicieron aprendieron a vivir así (inundadas)”.
“Se inundan 10 horas y les parece natural. Suben al segundo piso la sala y al rato, cuando pasa la inundación, vuelven y la bajan”, dijo.
Al respecto, el alcalde Maturana respondió que acostumbrarse a vivir inundado es difícil y recordó que, tanto las autoridades como los pobladores de Murindó, claman por la reubicación de la cabecera como solución definitiva a las constantes inundaciones.
“Yo no he sido capaz de acostumbrarme a vivir inundado, no me gusta estar pidiendo ayudas para mitigar esa situación. Por eso he jalonado el proyecto de reubicación, inicialmente de la parte urbana y luego de algunas veredas”, explicó.
Para avanzar en ese proyecto de traslado, que aliviaría definitivamente el drama de las inundaciones en Murindó, Maturana confirmó que se cuenta con un terreno de 175 hectáreas, pero el Plan Parcial local dice que se requieren 51. Sin embargo espera el apoyo del gobernador y de la Nación, que hasta ahora no se pronuncian en ese propósito.
El costo aproximado de la reubicación, con la construcción de la carretera, es de $400.000 millones, y sin la vía, es de $251.000 millones de pesos. Más de 1.300 personas se beneficiarían.