Una mujer de 22 años y su hija recién nacida murieron tras pisar un campo minado en el resguardo Río Murindó, en el municipio con ese mismo nombre en el Urabá antioqueño. La joven, que tenía, además, otros tres hijos, realizaba labores de agricultura cuando pisó uno de estos artefactos, causándole instantáneamente la muerte.
La denuncia la hizo pública la Organización Indígena de Antioquia, OIA, quien además informó que informó que ya son nueve los indígenas que han muerto en casos similares en el último año y medio, cuatro de ellos menores de edad, cinco heridos y un niño mutilado.
Las organizaciones sociales e indígenas de Antioquia temen por nuevos desplazamientos, pues en este momento hay 10 comunidades del Atrato Medio con presencia de minas antipersonales, que son una constante amenaza para los habitantes de estos territorios.
“Este hecho se registra luego de que presuntos integrantes del Ejército de Liberación Nacional (Eln), a través de un panfleto y audios de WhatsApp, amenazaran a las comunidades de Murindó con la reinstalación de este tipo de artefactos explosivos, como respuesta a una supuesta incursión paramilitar, que buscaría retomar el control armado territorial de esta zona que estuvo históricamente ocupada por la exguerrilla de las Farc”, aseguró la OIA.
Desde la organización volvieron a hacer un llamado a los grupos armados para que no involucren a las comunidades indígenas en la guerra, y al gobierno nacional y departamental para que garantice la protección de estas comunidades.