Además de velar por la soberanía nacional, garantizar el desarrollo del poder marítimo y fluvial y combatir el narcotráfico y el contrabando, la Armada Nacional está jugando un papel importante en el desarrollo del Urabá antioqueño.
EL COLOMBIANO conversó con el contralmirante Juan Francisco Herrera Leal, comandante de la Fuerza de Tarea contra el narcotráfico No. 73 Neptuno, encargado de liderar las labores de seguridad y quien facilita la articulación de los diferentes actores de la región en pro de una transformación que ya empezó.
¿Qué papel tiene la Armada en el desarrollo de Urabá?
“La institución realiza un esfuerzo no armado, cuyo objetivo fundamental es poder erradicar el narcotráfico desde las nuevas generaciones, que tengan otras oportunidades. Para Urabá se viene una etapa muy interesante en desarrollo marítimo, portuario, turístico y ambiental, con lo cual la Armada Nacional está muy comprometida y queremos ser articuladores para que todas estas posibilidades, que llegan con los tres puertos que se van a construir en la región, puedan ser un punto de partida en esta evolución”.
¿A qué le deben apuntar en la región?
“Se busca que todas las rutas de la ilegalidad se vuelvan rutas de la productividad. En ese sentido, debemos tener una gran convergencia con las instituciones locales, regionales, nacionales —alcaldías, gobernación , gobierno nacional—y con la empresa privada. Tenemos que crear modelos costeros en los que participe la comunidad, porque la oferta turística brinda la posibilidad de tener una gran cantidad de actividades laborales, de manera adecuada y regulada, con protección de la zona costera ambiental y cumpliendo estándares de calidad en la oferta, para que la gente se anime a visitar las playas que tenemos en Urabá, que perfectamente pueden competir con otras de la parte norte del Caribe colombiano”.
¿Qué necesitan y quiénes deben participar?
“Hay que darles herramientas para que puedan incorporar accesibilidad, señalización, calidad en los servicios y seguridad. Para el ordenamiento del territorio marítimo costero debe haber sinergia entre la autoridad marítima —que garantiza la seguridad— el Viceministerio de Turismo, los gremios del sector —que representan a la empresa privada— y la ciudadanía. Así tendremos un área que puede ser explotada para la productividad; de esta forma dejan de ser zonas solitarias que hoy le permiten a la delincuencia organizada tratar de utilizarlas para el tráfico de drogas o el contrabando”.
¿Qué tanto afecta o beneficia que el río Atrato tenga su desembocadura en el golfo de Urabá?
“Es un ecosistema diferente que, definitivamente, para la gente del común podría generar rechazo por el aporte sedimentario que trae un río de esta magnitud y que cambia el color del agua y no la hace tan atractiva. Pero nosotros hemos ido desvirtuando esa idea y las dinámicas del turismo de la región también han demostrado lo contrario. Igual, las playas de Necoclí y las de localidades chocoanas como Capurganá, Sapzurro y Acandí no alcanzan a ser zona de influencia de la desembocadura del Atrato. Tienen playas cristalinas, llenas de fauna”.
¿Cuáles son los componentes que maneja la Armada de apoyo al desarrollo?
“Tenemos un grupo que se llama ‘Timoneles de Paz’; son jóvenes que están terminando bachillerato y los estamos direccionando a que se presenten a la facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Antioquia. Muchos no saben las oportunidades que tienen. Ese desconocimiento es lo que muchas veces los lleva a tomar el camino del dinero fácil, de las actividades delincuenciales. Este programa básicamente es para articular su paso entre el colegio y la universidad e involucrarlos en el mundo naval y marítimo.
Otra iniciativa se denomina ‘Norte Franco’, un programa en nuestra emisora, con un segmento que llamamos ‘Hablemos siempre bien de Urabá’, para cambiar el estigma que infortunadamente tiene la región. En este espacio radial contamos las oportunidades y el desarrollo, invitamos a empresarios, académicos, corporaciones, etc.
Finalmente, el otro componente se llama ‘Sobre la ola’, en el que nos volvemos articuladores de las oportunidades, para interactuar con el Sena o con la propia Universidad de Antioquia, para generar programas y cursos académicos que le dan la oportunidad a la gente de prepararse en los proyectos que va a empezar a desarrollar la región. En este grupo profundizamos mucho en el aprendizaje del inglés”.
¿Cómo ven desde la Armada el litigio entre Antioquia y Chocó por Belén de Bajirá y otros territorios?
“Ambas gobernaciones deberán trabajar juntas por el desarrollo del golfo, al mismo tiempo en el que se genere una competitividad sana entre las poblaciones que ofrecen destinos turísticos. Tienen una posibilidad estratégica de conectar lo terrestre con lo fluvial y marítimo. Deben potencializar los recursos naturales que hay en la zona, que son bien importantes. Deben crear programas de participación en los que utilicen para bien las capacidades de las personas”.
Vía Elcolombiano
