Sin comida, dinero y ayudas están 294 migrantes, de diferentes nacionalidades, que se quedaron varados en Neclocí, Urabá de Antioquia; luego del aislamiento social obligatorio, cuando intentaban cruzar la frontera con Panamá, a través del Tapón del Darién.
Desde el mismo momento en que se dio el cierre, estas personas fueron ubicadas en un albergue, pero el gobierno local ha manifestado que no cuenta con los recursos para atender a estas personas, en medio de la emergencia económica que generó la pandemia del Coronavirus.
El coronel Heinar Giovany Puentes Aguilar, comandante del Departamento de Policía Urabá, explicó que estas personas están censadas y caracterizadas. En el municipio se espera una solución definitiva por parte de Migración Colombia.
“Tenemos personas de muchas nacionalidades, tenemos personas de Haití, Brasil, Guinea, Congo, Senegal, Chile, Venezuela, Cuba, Mauritania y Camerún. A todos ellos la alcaldía y la gobernación les ha brindado asistencia”, señaló el coronel.
En el corregimiento de Capurganá, municipio de Acandí, en el Chocó, los mismos habitantes cerraron el acceso marítimo, ante el temor de llegada de personas con COVID-19 y para evitar un represamiento similar al ocurrido en el año 2016, con el cierre de la frontera.