Con motivo del ‘Pacto por la cultura política y la no violencia en la campaña electoral’, este lunes se volvió a vivir una escena que, pasados casi tres años de la firma del acuerdo de paz con las Farc, sigue llamando la atención del país: un apretón de manos entre el presidente Iván Duque y Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’, jefe del partido Farc.
Al final del evento, celebrado en la Casa de Nariño, Duque se acercó a los líderes de los 12 partidos políticos y, uno por uno, les estrechó la mano y cruzó con ellos palabras amables.
Horas más tarde, Londoño publicó en Twitter la foto de ese momento acompañada del siguiente texto: “Hoy como partido Farc firmamos con puño, letra y la confirmación de nuestro compromiso con la paz y la reconciliación, el pacto por una cultura política y la no violencia en la campaña electoral. #politicasinviolencia”.
No es la primera vez que el antiguo jefe de la guerrilla de las Farc acude a Palacio por invitación del presidente. Ya lo había hecho hace un año, con motivo de una reunión convocada tras el fracaso de la consulta anticorrupción.
El pacto firmado el lunes pretende excluir toda forma de violencia en las campañas y apoyar la construcción de la paz, según monseñor Héctor Fabio Henao, presidente del Comité del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, que convocó a los firmantes.
El trascendental acuerdo, con miras en primera instancia a las elecciones de octubre, contó con el compromiso de los partidos Alianza Democrática Afrocolombiana, Alianza Verde, Cambio Radical, Centro Democrático, Colombia Justa Libres, Conservador, Farc, Renovación Absoluta, Liberal, Polo, ‘la U’ y la Unión Patriótica.
Cuando se trata de defender la vida, nos unimos como país
Duque, para quien el documento suscrito es histórico, dijo: “Los pactos son posibles cuando pensamos en el interés general”, y agregó que esta es una manera de reafirmar que tenemos una de las democracias más antiguas y sólidas de la región, aunque se ha visto amenazada varias veces.
Monseñor Henao dijo que el convenio tiene cuatro puntos fundamentales: “Reconocer la diferencia y promover el diálogo, rechazar y denunciar la violencia en el marco de la contienda política, divulgar con responsabilidad y respeto la información, y promover el ejercicio libre y consciente de los derechos políticos”. Agregó que “el interés público, el bien colectivo sea el centro del debate y no los intereses particulares, divisiones o estigmatizaciones”.
“El deber de todos los presentes es todos los días trabajar por una mejor democracia, donde nadie pueda ser estigmatizado por su forma de pensar, donde nadie sea asesinado o amenazado por la defensa de sus postulados”, enfatizó el jefe de Estado.