Urabá - 15 enero, 2020

Dos policías quedaron heridos luego de combates en Murindó

Por Noticias Urabá

Dos policías quedaron heridos en un enfrentamiento con miembros del cartel narcotraficante Clan del Golfo, durante un operativo realizado en Urabá.

Fuentes cercanas al caso le contaron a EL COLOMBIANO que los hechos ocurrieron en la tarde de este lunes 13 de enero, en un paraje rural de la vereda Gedena, a unas tres horas por río del casco urbano de Murindó.

En el marco de la Operación Agamenón II Plus, dos patrullas de reconocimiento adscritas al Comando Jungla de Antinarcóticos y al Comando de Operaciones Especiales (Copes) de la Policía se internaron en la selva. Su propósito era ubicar y capturar a alias “César” o “Tuto”, un supuesto cabecilla del frente Carlos Vásquez del Clan del Golfo.

Aunque los comandos tienen experiencia en acciones de infiltración y camuflaje selvático, fueron descubiertos por miembros del anillo de seguridad del personaje, lo que generó un combate. El reporte inicial de las autoridades señala que resultaron heridos un patrullero del Comando Jungla, con lesiones en el pecho provocadas por esquirlas; y uno del Copes, por un proyectil de fusil que le rozó el cabeza y le produjo un corte superficial.

Los afectados fueron extraídos del área en un helicóptero y llevados a un centro médico. Los delincuentes lograron escapar.

Los habitantes de Murindó y otras localidades del Medio Atrato vienen siendo afectados por la presencia de actores criminales desde el año pasado, en particular del Clan del Golfo y la guerrilla del Eln, los cuales se disputan los corredores fluviales para la instalación de laboratorios de droga y el transporte de los estupefacientes hacia el Golfo de Urabá.

Entre los meses de agosto y noviembre, 2.122 indígenas pertenecientes a 11 comunidades de los resguardos Chajeradó y Murindó, denunciaron ser víctimas de confinamiento y amenazas por parte de dichos grupos ilegales, que invadieron sus territorios e instalaron campos minados.

EL COLOMBIANO recorrió la zona y constató que la situación produjo el desplazamiento forzado de 11 familias (62 personas) al casco urbano de Murindó. La Fuerza Pública y las autoridades civiles intervinieron para mitigar el problema, y aunque en ese momento mermó la tensión, los criminales no abandonaron el territorio.

ELCOLOMBIANO