No son ataques hechos en grupo, prefieren aprovechar el descuido de un policía que este solo o ubicarlo en su día de descanso; únicamente atacan patrullas en zonas aisladas, y normalmente lo hacen con señuelos como falsas llamadas de emergencia que generan la reacción y traslado de los uniformados. Así, el “Clan del Golfo” le ha quitado la vida a 16 integrantes de la Policía en este 2017.
La última víctima fue el intendente Sainer Palomino López, quien se encontraba realizando adecuaciones a su vivienda en el corregimiento de Currulao, Turbo, el pasado 16 de septiembre, cuando fue abordado por dos hombres armados que lo asesinaron.
Para la Fuerza Pública, específicamente el coronel Luis Eduardo Soler, comandante de la Policía de Urabá, esto hace parte de un plan pistola con el que esa banda criminal busca “bajar la moral de los policías como respuesta a los grandes golpes que han sufrido”.
El pasado dos de mayo, alias Pablito, uno de los cabecillas del “Clan”, cayó baleado por la Policía al frente de su familia en medio de un operativo en el que él era el objetivo principal. Su muerte generó una reacción de ese grupo criminal y decretó un paro armado y el denominado “plan pistola” que en menos de un mes dejó 31 ataques contra la Fuerza Pública, 10 policías muertos y 33 heridos.
¿Nuevo plan pistola?
El pasado 31 de agosto, tras la muerte de alias Gavilán, segundo al mando del “Clan del Golfo”, las autoridades se prepararon para una nueva ofensiva de la estructura ilegal, y a pesar de varios panfletos que advirtieron un nuevo plan pistola, por medio de un comunicado esta estructura ilegal desmintió una arremetida.
A pesar de esa supuesta decisión, desde el dos de agosto seis uniformados han muerto en diferentes hechos que se le atribuyen al plan pistola. La mayoría de casos han ocurrido en el departamento de Córdoba, donde esa banda criminal cuenta con 526 delincuentes, “algunos en armas y otros como auxiliadores al mando de Eduar Luis Vargas Gutiérrez, alias Pipón, hermano del abatido ‘Gavilán’”, explica el general Carlos Rodríguez, comandante de la Región 6 de la Policía.
El oficial asegura que no es la misma situación vivida a principios de este año, sin embargo, reconoce que se han presentado afectaciones a la Fuerza pública, “la mayoría de ellas direccionadas a la Policía aunque hay casos que al parecer no tienen que ver con nuestra actividad policial”.
Para el general Jorge Arturo Salgado, comandante de la Séptima División del Ejército, muchas de las muertes de policías “son situaciones multicausales”, que no necesariamente fueron ordenadas por el mando de ese grupo al margen de la ley.
¿Qué se está haciendo?
La operación Agamenón II continúa a toda marcha a pesar de la intención de alias Otoniel, principal líder del “Clan del Golfo”, de negociar un sometimiento a la justicia.
Lo que sí están haciendo las autoridades es reforzar su propia seguridad para evitar ataques en su contra, y para eso, en algunas zonas de Córdoba y el Urabá antioqueño, Policía y Ejército patrullan juntos para evitar ser sorprendidos por los delincuentes.
Para John Marulanda, consultor internacional en seguridad y defensa, esa estrategia no es la más apta para la situación actual. “No se puede volver al caso en el que el Ejército debe cuidar a la Policía, como si fueran sus guardaespaldas. La Policía ya utiliza otras estrategias que si son viables y se deben reforzar como la de patrullar en grupos; no se puede tener un uniformado solo en un sitio, también se debe estar alerta cuando los agentes entren y salgan de sus casas y creo que se debe considerar que siempre estén con su arma de dotación, aún en descanso”.
Vía Elcolombiano
http://www.elcolombiano.com/colombia/el-clan-del-golfo-sigue-con-la-mira-en-la-policia-BX7330047
