El círculo más íntimo de Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, sufrió uno de los golpes más duros que se les ha dado en los últimos años a las finanzas de su familia y gente de su mayor confianza en el ‘clan del Golfo’.
En una sentencia quedó confirmado que, con dineros del narcotráfico, llegaron a los bolsillos de familiares de ‘Otoniel’ docenas de propiedades que van desde apartamentos en exclusivos sectores de Medellín y vehículos de alta gama, hasta predios en el Urabá antioqueño.
Esa zona, justamente, es un corredor estratégico para las actividades ilegales del ‘clan del Golfo’, organización en la que a la cabeza estuvo ‘Otoniel’, y al control de las finanzas estuvo su hermana, Nini Johana Úsuga, ambos extraditados a Estados Unidos este año.
El plan de ella y su hermano fue poner como testaferros a sus seres queridos para intentar ocultar su fortuna. En un principio, nadie los descubrió, pero tras un operativo de 2013 en el que a Nini Johana le incautaron 1.000 millones de pesos encaletados en una casa, las autoridades sospecharon que a otros familiares también habían llegado las ganancias del negocio ilegal.
Fue así como la Fiscalía impuso medidas cautelares a 48 bienes y, aunque los abogados de la mamá, papá, hermana, sobrina, cuñado, empleada y hombres de confianza de ‘Otoniel’ dijeron que todo lo habían comprado legalmente, la justicia determinó que no fue así, pues no pudieron demostrar cómo, de la noche a la mañana, incrementaron su patrimonio para pagarlos.
Así se señala en una sentencia proferida la semana pasada por el Juzgado 1 de Extinción de Dominio de Antioquia, en la cual se destaca, entre otros, el caso de Carmen Castellano, quien era la encargada del aseo en la casa de Nini Johana. En el fallo aparece que no se aportaron pruebas que evidencien de dónde sacó plata para, de repente, comprarse hace nueve años un apartamento de 200 millones de pesos en Laureles, un barrio de estrato alto en Medellín.
El despacho concluyó que fue evidente que Castellano “fue instrumentalizada por la organización para la compra de bienes con dineros de procedencia ilícita”, patrón que se repitió hasta en menores de edad.
Y es que dos hijos de Rafael Uribe Nieto, conocido como alias el Flaco, también fueron involucrados. Para 2013, a nombre de los menores se encontró un apartamento avaluado también en 200 millones de pesos, y aunque los padres explicaron que lo adquirieron con una donación que les hizo el abuelo, el juzgado terminó dándole la razón a la Fiscalía en que esta es otra propiedad que se consiguió con rentas ilegales.
Frente al total de 48 bienes, los dueños alegaron que no tenían nada que ver con las finanzas de ‘Otoniel’ pero la Fiscalía probó lo contrario y el juez dio el veredicto, tras evaluar una buena cantidad de informes.
Así repartieron bienes
Lo particular es que en la sentencia se leen los detalles de cómo cada uno de los mayores de edad involucrados se hizo el desentendido para llenarse ilegalmente de propiedades, algo que no es nuevo. De hecho, en 2021 se afectaron con medidas cautelares 6,8 billones de pesos en inmuebles que serían de gente cercana al ‘clan’.
Por ejemplo, aunque Juan de Dios Úsuga y Ana Celsa David ya murieron, como padres de ‘Otoniel’ fueron a quienes en su momento más llenaron de lotes, fincas y apartamentos. En total son nueve propiedades las que les quitaron pese a que desde el inicio del proceso de extinción el abogado de la pareja afirmó que la Fiscalía no tenía razones suficientes y que todo se debía al “afán protagónico” del ente acusador por mostrar resultados contra los familiares del jefe del ‘clan del Golfo’.
Luego de varias diligencias, el juzgado enfatizó en que el señor Juan de Dios no pudo demostrar que las 134 hectáreas que tenía en Necoclí, Antioquia, habían llegado a sus bolsillos gracias a su labor como campesino, como decía su abogado.
Por su parte, Ana Dilma Úsuga, hermana de ‘Otoniel’, tampoco pudo demostrar cómo ganándose 644.000 pesos al mes fue capaz de comprarse un lote en San Pedro de Urabá, Antioquia, un apartamento en Medellín y dos motos Yamaha. Mucho menos lo hizo Yira Úsuga Úsuga, sobrina de Nini Johana, que a su corta edad ya ostentaba un apartamento en el exclusivo sector de El Poblado, una cuatrimoto, una moto de alto cilindraje y un carro Hyundai.
Caleta en tinas de leche
Los 48 bienes en cuestión tenían como titulares a Juan de Dios, Ana Celsa, Carmen, Ana Dilma Yira, los dos menores de edad, Didier Grisales, Guillermo de Jesús Granada; y la familia Gómez David, conformada por Joaquín Gómez, Lody David y Ana María Gómez.
La relación familiar de los últimos tres con ‘Otoniel’ se da porque Lody es su prima y junto a su pareja, Joaquín, le guardaba a su primo grandes cantidades de dinero en las tinas de leche que tenían en una finca ubicada en Barbosa, Antioquia.
Así quedó al descubierto cuando en 2014, en un allanamiento para capturar a la pareja e hija, se encontraron 5.400 millones de pesos en todo el inmueble, en el que también estaban supuestos integrantes del grupo criminal. Finalmente, el Juzgado 1 de Extinción de Dominio de Antioquia ordenó quitarle a esta familia varios predios en Turbo, una moto y un apartamento ubicado en Medellín.
Por último, otro caso que resalta la sentencia es el de Didier Grisales, quien fue compañero sentimental de Nini Johana. A él le quitaron una cuenta bancaria y un lote ubicado a las afueras de Guarne, oriente antioqueño, pues no pudo comprobar que lo compró con ahorros de cuando fue a España y con la plata que le envió su papá desde ese país.
En todo momento Didier afirmó que no sabía de las andanzas de su compañera y que fue solo hasta el día en que llegaron a capturarla que se enteró de los antecedentes que tenía.
Con la sentencia, todos estos bienes que durante años amasó el círculo más cercano a los hermanos Úsuga pasan al Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y lucha contra el Crimen Organizado (Frisco), administrado por la Sociedad de Activos Especiales (SAE).