En el proceso para desarrollar un terminal portuario en Urabá, Pisisí tomó la delantera. El mes pasado, en un acto protocolario en la vereda Casanova, se puso la primera piedra y se dio inicio a la construcción de puerto Pisisí.
Para la comunidad, significó la generación de 1.200 empleos directos en diferentes áreas. Para el alcalde del municipio, Alejandro Abuchar, el triunfo urabaense ante el olvido que sienten del Gobierno Nacional. «Triunfo que generará 20 millones de dólares por los impuestos que el puerto producirá cuando entre en operación en el 2019».
Y para la sociedad portuaria Pisisí, compuesta por las firmas multinacionales Hyundai (constructora), Dohwa (ingeniería de detaller), Equinox (inversionista) y Natec (operador portuario), es la consecución de un anhelo que nació hace ocho años y que, tras pasar por cuatro estudios de viabilidad, los inversionistas surcoreanos, españoles y colombianos no duraron en poner los 470 millones de dólares que costará el terminal portuario en sus tres fases
“No es más un sueño. Con la puesta de la primera piedra se está materializando todo. Tenemos los recursos, los inversionistas, los constructores y los operadores portuarios. Solo falta comenzar”, expresó Teófilo Lemus, gerente del proyecto.
El directivo añadió que, probablemente, entre septiembre y octubre de este año empezarán los trabajos de construcción, pero antes de eso deben iniciar con los planes de manejo ambiental.
Luego seguirán con ingeniería básica e ingeniería de detalle, que durarán entre cuatro y seis meses. Entonces, ahí sí comenzarán obras.
Lemus explicó que la diferencia con los otros dos proyectos portuarios que se están planeando para Urabá –puerto Darién en Necoclí y puerto Antioquia, también en Turbo– es que Pisisí fue “el primero en pegar”, lo que marcará la pauta.
Sin embargo, indicó que en la subregión hay espacio para todos. “En Cartagena hay 27 concesiones portuarias. No veo por qué en Urabá no puedan estar los tres que hay en desarrollo. Cabemos todos y hasta más”, dijo el directivo.
La primera fase, que tiene un costo de 280 millones de dólares y un área de extensión de 10 hectáreas, está proyectada para comenzar operación en el 2019 y espera movilizar 450.000 teus/año y 160.000 vehículos.
La cercanía con las principales capitales industriales del centro del país es otra de las virtudes que tiene Pisisí.
De Medellín al puerto habrá 320 kilómetros y de Bogotá a Urabá, 750. “Una carga que sale de Manizales a Cartagena podría demorarse 18 o 20 horas, cuando Pisisí entre en operación podrá llegar a Turbo en tan solo siete horas”, manifestó el alcalde Abuchar.
Pisisí, situado en la bahía de Turbo, obtuvo su licencia ambiental el pasado 21 de marzo y aunque todo proyecto portuario tiene impactos ambientales y sociales, en este proyecto parecen ser mínimos.
“Tendremos que dragar 16 millones de metros cúbicos, pero los estudios dicen que hay viabilidad en el canal de acceso, al que se le hará mantenimiento cada cinco años. Además, no hay comunidades afectadas físicamente, por el contrario, hemos trabajado y socializado con ellos”, explico Lemus.
A pesar de que el terminal portuario se desarrollará con capital netamente privado, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Turbo aportarán en la parte social, cultural y académica.
Luis Eduardo Cuervo, gerente de Urabá, expresó que el acompañamiento de la Gobernación será de tipo complementario, como es el caso de las vías de acceso, educación y oportunidades laborales para acoplarse a la dinámica portuaria.
“Nos estamos adelantando. Desde el 2015 tenemos un convenio con la Unión Europea de casi seis millones de euros. Según el funcionario, serán 20.000 las personas favorecidas con el convenio, a través de diplomados y apoyo a los emprendimientos en los 11 municipios de Urabá.
“Habrá técnicas portuarias a partir de junio, lo que generará mucho empleo. Además de diplomados en otros sectores como cultura, deporte, turismo y agronomía”, informó Cuervo.
Ahí está el reto. En la comunidad que vislumbra un futuro promisorio. Pero, que el presente, tiene necesidades pues actualmente Turbo tiene 33 por ciento de cobertura de redes de alcantarillado. El 70 por ciento de la población vive de la informalidad y una cobertura de 30 por ciento de jóvenes en educación superior.