Por estos días lluviosos, Luis Alejandro Rocheta, un bebé de apenas seis meses, está pasando por una gripa difícil y no tiene acceso a los servicios de salud. La razón: el Gobierno no lo ha reconocido como ciudadano colombiano porque su madre es cubana.
Dayana Rocheta, madre del menor, es una de las pocas personas que se quedó Urabá después de la emergencia migratoria en 2016, cuando cerca de 1.500 migrantes cubanos crearon un albergue en el municipio de Turbo.
Por este mismo episodio, el Consejo de Estado sancionó a Migración Colombia por realizar deportaciones sin respetar el debido proceso. En el caso de Luis Alejandro, el Gobierno también podría ser demandado.
Actualmente, la Defensoría del Pueblo y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) están evaluando el caso de Dayana, quien ha buscado ayuda para sostener al menor.
“En Migración Colombia me dijeron que mi niño no era colombiano. Y yo les dije ¿entonces de dónde es si nació acá? Me dijeron que como yo no era ciudadana él no podía entrar al Sisbén ni nada, que mirar a cómo hacer”, le dijo Dayana a El COLOMBIANO.
Su hermana, que también huyó del régimen cubano, obtuvo la ciudadanía de su hija en Brasil. Dayana contempla viajar, pero los recursos no son suficientes y los riesgos para Alejandro son altos.