“Bienvenidos a Urabá: La ‘Tierra prometida’”. Esa frase se vuelve cada vez más reiterativa al llegar a aquella subregión del noroccidente antioqueño.
Y no está lejos de ser verdad. Literalmente, ese territorio que hoy tiene un índice de pobreza inferior al promedio de Antioquia (53 versus 23 por ciento) tiene la promesa de una nueva tierra.
De los 12 proyectos del Plan de Desarrollo del gobernador de Antioquia, Luis Pérez, tres están dirigidos directamente a fomentar el desarrollo de Urabá.
El primero es la infraestructura vial, en el que se incluyen las Autopistas para la Prosperidad Mar 1 y Mar 2, que estarán conectadas por el túnel del Toyo (el más extenso del país con 9,8 kilómetros) que dejarán a Urabá de 8 a 4 horas de distancia de Medellín; y la terminación de la Transversal de las Américas que estará lista para mediados de este año.
El segundo es el apoyo a uno de los tres proyectos portuarios que se adelantan en el departamento: Puerto Darién, en Necoclí, Puerto Antioquia y Puerto Pisisi, en Turbo.
Urabá se hizo a pulso. Ha salido adelante por sus propios medios, pero si no hay sinergia no hay desarrollo
“El tercer gran proyecto es la construcción de un nuevo hábitat, de una nueva ciudad (…) no necesariamente tiene que ser un nuevo municipio, sino un nuevo desarrollo habitacional e industrial que permita que la región sea atractiva para las personas del interior y para los mismos habitantes de la región que se quieran quedar allí”, explicó Carlos Mario Montoya, director de Planeación Departamental de Antioquia.
Ese nuevo desarrollo. Esa nueva ciudad. Esa tierra prometida…se denomina por ahora Ciudad del Mar.
Parece irónico que la pobreza que hoy vive la mayoría de los 700.000 habitantes de Urabá, contraste con la riqueza que tiene este territorio inexplorado de llanuras y mares verdes que son potenciales de desarrollo es diferentes polos: Agricultura, turismo y puertos.
Lo único que tienen en común tanto las fuerzas vivas de la región como las comunidades, es que es el momento en que pongan el ojo en Urabá.
Y aunque Necoclí es el único municipio antioqueño que hace parte de las tres zonas priorizadas por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en el proyecto ‘nuevas ciudades’, según Muñoz, no se ha definido dónde se construirá.
Lo que sí está claro, es que Ciudad del Mar es necesaria, pues traerá desarrollo a toda la región.
Por eso, este nuevo espacio planeado, más allá de la infraestructura para la actividad portuaria, también permite construir zonas urbanísticas con altos estándares dirigidas a la habitación, no solo para albergara los trabajadores del puerto o los empresarios, sino también a las comunidades.
Todo sin olvidar que también es una ventana para brindar soluciones en el aspecto social, pues son muchas las posibilidades que brindará a la población.
“Se puede incentivar programas dirigidos a madres cabezas de familia, porque sabemos que es una subregión azotada por la violencia donde puede haber más de este nicho de mujeres que en las otras zonas del Departamento. O por qué no, hacer equilibrar con mujeres de otras subregiones que sufrieron el mismo fenómeno”, contó el experto.
Otro segmento pensado para esta ciudadela es la población estudiantil, la cual es bastante grande, y desde ahora la Universidad de Antioquia está fortaleciendo sus programas con programas de regionalización, igual la Universidad Nacional y parque E.
Y es que según cifras de la Encuesta de caracterización del mercado laboral del Urabá antioqueño realizada por Ormet en el 2013, el desempleo juvenil en Urabá cercano al 46 por ciento, mientras que el del promedio nacional es del 14,4 por ciento.