La decisión que autoriza el cobro de los tres peajes a los urabaenses por parte de los alcaldes de Urabá, del gobernador Luis Pérez y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), desde mi punto de vista es arbitraria porque va en contra de la ciudadanía; eso solo ocurre en Urabá, que cobren tres peajes en menos de cincuenta kilómetros de distancia. Del gobernador y de los alcaldes de Urabá se espera que sean superciudadanos y no supertiranos con sus electores. La gente elige gobernantes para que le sirvan a la gente y al interés general, no a los intereses particulares de los contratistas que construyen estas vías.
Esas vías mal pavimentadas en Urabá NO deberían ser cobradas con peajes, deberían ser financiadas con recursos de la venta de Isagén que supuestamente son para el programa de vías 4G que impulsaran el desarrollo económico en el país, y por allí mismo reparan colectivamente a la región de Urabá que es la que más muertos le ha aportado al conflicto colombiano en tantas masacres por los diferentes grupos al margen de la ley en los 50 años de guerra y horror que ya pasaron.
La ciudadanía indignada esta huérfana políticamente, y como urabaenses, la mayoría (aproximadamente 600 mil habitantes) tememos porque está a punto de conjugarse esta vez la MASACRE MÁS GRANDE en toda la historia de Urabá: tres peajes en menos de 50 kilómetros de distancia, sin duda alguna, son un fusilazo indefinido al bolsillo de los urabaenses auspiciado por la ANI, el gobernador Luis Pérez y los alcaldes de Urabá.
Ver posición del Gobernador de Antioquia Luis Pérez Gutiérrez:
Vía 2orillas