Tras la extradición de su principal cabecilla, alias Otoniel, integrantes del Clan del Golfo ordenaron no abrir negocios comerciales ni circular por vías de los departamentos de Córdoba, Sucre y Antioquia.
La noticia de la extradición de Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, llevó a que sus hombres ordenaran un paro armado de cuatro días en varios municipios del sur de Bolívar, Córdoba y Sucre. El primer reporte de las autoridades señala que han sido afectados cuatro departamentos del norte del país, donde han sido quemados cuatro camiones, dos buses y cinco vehículos particulares. En Cereté, incluso, se presentó la muerte de una persona, un hecho que esta en investigación.
Con la salida del avión de la DEA, comenzó a circular un comunicado de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, grupo armado del Clan del Golfo, en el que afirmaban que no se iban a hacer responsables de las personas que abrieran sus negocios comerciales, ni de las vidas de quienes se movilizaran en cualquier tipo de transporte.
Con grafitis sobre el pavimento de varias carreteras, escribieron que la región estaba en paro armado y que el no cumplir con sus exigencias tendría consecuencias fatales.
En varios videos particulares quedó la imagen de un bus que circulaba por la carretera entre San Onofre y Sincelejo, en el departamento de Sucre, detenido por hombres armados que obligaron a los pasajeros a bajarse. Además, golpearon al conductor y le prendieron fuego al vehículo.
Así mismo, habitantes del municipio de Chalán, en el mismo departamento, denunciaron que varias viviendas amanecieron con grafitis y que las clases en los centros educativos fueron suspendidas.
En Antioquia, en la carretera que comunica con la costa, cerca de Puerto Valdivia, un camión fue atravesado en la carretera después de que el conductor fuera amenazado por hombres que portaban brazaletes de las AGC.
Además, quedaron suspendidas las operaciones de desminado que se realizaban en seis municipios de Urabá, dos de Córdoba y uno del departamento del Chocó. Los trabajadores tuvieron que sacar sus equipos de la zona, ante la orden de un grupo de hombres que les dieron un plazo de huir hasta la dos de la tarde.
Algo similar pasó con las emisoras comunitarias en las zonas donde fue ordenado el paro armado, después de que a una de ellas llegaran hombres encapuchados que les ordenaron leer el comunicado en el que afirmaban que nadie podía salir de sus casas.
La orden también llegó a algunos barrios en Medellín ubicados en la comuna 8, conocida como Villa Hermosa, donde fueron cerrados los negocios en los barrios La Sierra, Villa Turbay, Villa Liliam y las Mirlas.
En esa zona delinque el grupo conocido como La Sierra, al que las autoridades identifican como el encargado de las actividades del clan en la capital del departamento de Antioquia.
Ante estos hechos, las autoridades establecieron un plan especial de seguridad para defender a los habitantes de esta región del país, pero en especial alertaron a los uniformados de un posible plan pistola en represalia por la extradición de alias Otoniel.
Según el más reciente informe del Ministerio de Defensa, el Clan del Golfo delinque en 12 departamentos con cerca de 1.300 hombres en armas y más de 2.000 integrantes que hacen parte de sus redes de apoyo.
