Las explosivos declaraciones dadas por el ex gerente del Fondo de Ganadero de Córdoba y ex gobernador de ese departamento Benito Osorio Villadiego, donde vincula al presidente de Fedegán José Félix Lafaurie con el ex líder paramilitar Salvatore Mancuso pero además de ser uno de los promotores del despojo de tierras, sin duda tiene tanto de largo como de ancho, así este último empresario ganadero haya salido a descalificar esas afirmaciones hechas por Osorio en la JEP.
Luego de lo denunciado por Osorio Villadiego ante la Jurisdicción Especial para la Paz, lo que han venido destapando algunos medios y periodista, después de esa bomba que soltó el ex gerente del Fondo Ganadero de Córdoba, siguen los dardos venenosos contra Lafaurie, así éste haya salido a los medios a descalificarlo y desmentirlo.
En un reporte preparado por el periodista Daniel Coronell, se refiere no solo a Benito Osorio, el ex gobernador, sino también a otro Benito, quien es conocido en el expediente como ‘el mexicano’, porque nació en ese país.
Se advierte que Benito Molina Velarde conoció a una dama cordobesa de una prestante familia de la cual se enamoró y se vino a vivir a Montería y con quien se casaría posteriormente. Con el paso de los años Molina Velarde construyó su propia fortuna llegando a ser un poderoso ganadero durante la época en que en Colombia también iba creciendo el paramilitarismo.
El poder que iba acaparando el paramilitarismo en la costa, especialmente en la región del Urabá antioqueño, era el mismo que para la época también estaba ganando Benito Molina, ‘el mexicano’, quien logró ser el mayor accionista privado y presidente de la junta directiva del Fondo Ganadero de Córdoba, y quien gerenciaba su tocayo, Benito Osorio.
El Despojo
Teniendo como aliado a los paramilitares y concentrando un poder económico a través de la cría extensiva de ganado, los dos benitos vieron como buen negocio ampliar las fronteras de su negocio.
Se informó que fueron 130 familias las desplazadas por paramilitares y sus predios fueron aglutinados en lo que se conoce como la ‘Hacienda Tulapas’ que vino a beneficiar a los hermanos Castaño, Vicente y Carlos.
Testaferros de esos líderes paramilitares le ofrecían precios de gallina flaca por sus tierras a los desplazados y de esta forma los presionaban a que firmaran las escrituras y de no hacerlo sabían a qué se exponían.
En esta operación de adquisición masiva de tierras en la región no solo estaba el miedo como medio para acceder a ellas, sino que también se prestaron al despojo, notarios de Montería y Apartadó, empleados de oficinas de instrumentos públicos de Turbo y Carepa que aceptaban como válido y legal que los campesinos firmaban haber cedido sus tierras de manera voluntaria, cuando era evidente que estaban siendo coaccionados.
Pero como entre cielo y tierra no hay nada oculto, como reza el dicho, el masivo robo de tierras que se llevó a cabo en el Urabá antioqueño se logró a través de un pacto en una hacienda llamada ‘La 52’, donde participaron Benito Osorio y familiares de los Castaños, es decir su primo Luis Ángel Gil y su cuñada Sor Teresa Gómez.
En diciembre del año 1997, los dos benitos, el gerente del Fondo Ganadero de Córdoba, Benito Osorio, y el presidente de la junta, Benito Molina, decidieron la compra masiva de tierras y la encargada de lograrlo fue Sor Teresa Gómez, cuñada de los Castaños.
Los detalles mínimos de esa negociación y de todo lo que rodeo esa acción legal, se está a la espera de ser conocidos, pues Benito Molina ‘el mexicano’ se acogió a la JEP hace algunos meses, con el compromiso de brindar la verdad absoluta de lo ocurrido, por lo que la expectativa es que se refiera en detalle al macroproyecto paramilitar de despojo masivo de tierras en el Urabá.
Se recuerda que en este doloroso episodio estuvo involucrado, entre otros personajes, Benito Osorio, Bernardo Vega, el político Julio Manzur, Luis Gallo Restrepo y el actual presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie.
Según el periodista Coronell, el empresario ganadero, José Félix Lafaurie la tiene difícil, porque según advierte, él estaba enterado de las negociaciones de tierras, por lo cual se reunió con el entonces prófugo de la justicia Benito Osorio, y le sugirió buscar cartas falsas de gente de la región con fechas posteriores, donde le manifestaban su intención de vender, aclarando que lo hacían libre de amenazas y sospechas.
La excusa que se inventaron posteriormente es que el Fondo Ganadero de Córdoba tenía una posesión pacífica de las tierras y se amparaba en una figuraba denominada ‘tercero de buena fe’, que años después fue usada por el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie para ponerle cortapisas a la ‘Ley de restitución de tierras’.
En un comunicado, el presidente de Fedegán calificó los señalamientos de Benito Osorio como ‘delirantes’ y agregó que esas falsas acusaciones habían circulado hace diez años ante Justicia y Paz para buscar favorecimientos de señalados criminales, por lo que la credibilidad de Osorio se derrumbó y terminó condenado a 19 años de cárcel.
Recordó el líder ganadero Lafaurie que Osorio aceptó ante la justicia que padecía de trastorno afectivo bipolar, al tiempo que aseguró que solo un sociópata confiesa como si nada que: ‘‘Yo tenía como que un ánimo de pirómano, me gustaba ver la candela sobre esas chozas donde vivían los campesinos’’, recordó Lafaurie, presidente de Fedegán.
Esta historia truculenta de los despojos de tierra en la región del Urabá debe ser dilucidada por la Jurisdicción Especial para la Paz, y las víctimas, los campesinos, quienes fueron violentados y sacados de sus propiedades, continuarán pacientemente esperando que la justicia toque a sus puertas, para ver renacer la esperanza de un país mejor y en paz.