Con el Decreto 601 el presidente de la República, Iván Duque, facultó al alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, y a quienes él autorice a “verificar la voluntad real de paz y reinserción a la vida civil, así como la voluntad real de sometimiento a la justicia de los Grupos Armados Organizados -GAO- presentes en el territorio nacional”. El mandatario colombiano mostró sus cartas acerca de que las puertas de la paz no están cerradas con llave
Durante las últimas semanas se volvió a poner en la agenda pública la necesidad de negociar con el Eln, después de la ruptura que se dio con el atentado a la Escuela de Cadetes General Santander en enero del año pasado.
Desde entonces la relación entre el Gobierno y el Eln estaba tirante, incluso el mandatario y la Fiscalía pidieron la extradición a Cuba de quienes fueron negociadores por parte de la guerrilla.
Pero “las cosas cambian”, como dijo Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento a los Diálogos de Paz de la Universidad Nacional, para quien confluyeron tres factores importantes: “la pandemia por coronavirus; la convocatoria del secretario de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, a cesar los conflictos en todo el mundo; y la gestión del Papa Francisco en ese mismo sentido, lo que crea un ambiente distinto”.
Sumado a ellos, el Eln declaró un cese el fuego que, aunque ha cumplido —de acuerdo con el reporte del Centro de Recurso para Análisis del Conflicto (Cerac)—, terminará con este mes, lo que le pone el acelerador al Gobierno, según Vargas.
“Este es un buen mensajito, no solo para el Eln sino para los otros grupos armados organizados, quienes podrían negociar la paz o someterse a la justicia”, anotó el profesor.
Ahora es el momento
El decreto recoge a cinco grupos armados, explicó el comisionado Ceballos: Eln, Clan del Golfo, Pelusos o Epl, Caparros y disidencias de las Farc.
“Es un llamado a todos aquellos miembros de grupos armados que quieren hacer un tránsito a la legalidad. Este es el momento de salvar sus vidas y la de sus familias. En este momento hacer un tránsito a la legalidad y someterse a la justicia es una opción de vida para ustedes y para las comunidades que están en los sitios donde operan estos grupos”, advirtió Ceballos.
De momento, el comisionado dispone de las herramientas para la desmovilización individual de los guerrilleros del Eln y con los beneficios del código penal para la sujeción a la justicia de los miembros de los cuatro GAO que estén prestos a colaborar.
Ceballos aseguró que en las próximas semanas presentará un plan novedoso y más detallado para el sometimiento individual, mientras el colectivo será revisado más adelante, si se encuentra la voluntad de paz de los grupos.
La falta de narrativa
Aunque el decreto dice que la definición de GAO aplicable es la que existía en la Ley de Sometimiento a la Justicia, de 2018, que venció sin haber sometido a ningún grupo, el analista político y profesor universitario Germán Sahid, dijo que previamente el Gobierno de Iván Duque debería aclarar quién sí y quién no es un Grupo Armado Organizado según su propio criterio, y no con uno prestado del Gobierno anterior.
“La inteligencia de estado no ha permitido construir las dinámicas de estos grupos. Lo primero es que el Gobierno debe tener una información perfecta del mando, control y jerarquía de esos GAO para establecer quién es quién”, aclaró el profesor Sahid.
Y con esa claridad, continúo, podrá diseñar caminos diferentes para unos y otros. “No podemos pensar que cualquier grupo armado va a tener verdaderas intenciones de negociar, ya lo vimos con los procesos de paz de los paramilitares y de las Farc. Siempre habrá gente interesada únicamente en el crimen”, dijo Sahid bajándole el nivel a la expectativa.
Por su parte, Michel Pineda, director de la Corporación Compromiso Colombia, celebró que este decreto ayude a que quienes han emprendido la tarea de trabajar por la paz y se estén acercando a estos grupos a mirar opciones de negociación, como facilitadores o gestores, no sean criminalizados.
“Es positivo para el país que con la participación de la OEA, de la Iglesia Católica, con la voluntad del Gobierno y de los veedores civiles se dé de nuevo la posibilidad de que estos grupos encuentren la senda de la paz”, concluyó Pineda.
Fuente: elcolombiano