Urabá - 8 julio, 2019

José López Bula quiere ser alcalde de Apartadó

Por Noticias Urabá

Tras ser alcalde de este municipio en los 90, pagó cárcel por masacre en la que no participó.

Aunque salió del país hace 20 años, en lo que él considera que fue la más grande injusticia en su contra y bajo amenazas de muerte, José Antonio López Bula siempre quiso regresar a su tierra. En enero de este año, cuando visitó Apartadó, en el Urabá antioqueño, después de dos décadas de su salida, supo que el anhelo de volver seguía vivo y que contaba con el apoyo de muchas personas que lo recordaban con cariño. 

Por ello, en marzo pasado tomó la decisión de dejar Suiza, donde estuvo exiliado todo este tiempo con su esposa e hijos, para radicarse en este municipio y aspirar a la alcaldía en las próximas elecciones. 

Al principio, sus hijos no entendían el deseo del padre, pues salieron del país cuando tenían solo 3 y 4 años y crecieron en el exterior. Sin embargo, luego le expresaron su apoyo y hoy, a sus 60 años, López Bula busca consolidar su candidatura para trabajar de nuevo por el municipio y la región.

«Regreso sin facturas de cobro que pasarle a nadie por lo que viví ni tampoco por pagar. No tengo rencor contra nadie, el Estado fue condenado por los años que estuve encarcelado injustamente. Llego en un proceso de sanación total, no tengo odios contra nadie, aunque el exilio fue experiencia muy dolorosa, pero me permitió mejorar como persona, aprender de otras culturas y otras experiencias positivas que quiero compartir en esta región», manifestó López Bula.

Sus palabras hacen referencia al suceso doloroso que vivió cuando fue acusado y encarcelado como autor intelectual de la masacre ocurrida en el barrio La Chinita, de Apartadó, que dejó 35 personas muertas, el 23 de enero de 1994. Para es entonces, López Bula estaba en campaña electoral, como aspirante a la Cámara de Representantes por el partido Unión Patriótica (UP), tras haberse desempeñado como alcalde de Apartadó entre 1990 y 1992.

«Regreso sin facturas de cobro que pasarle a nadie por lo que viví ni tampoco por pagar. No tengo rencor contra nadie.»

Luego de la masacre, que fue cometida por las Farc, la Fiscalía capturó a varias personas, entre las que estaba López Bula, señalado como autor del crimen. Esta hipótesis es catalogada por él como «perversa» e «ilógica», pues no podía acolitar un crimen de lesa humanidad en una población que le brindaba su apoyo y en la que había tenido tan buenos resultados en su paso por la alcaldía, como la creación de las secretarías de despacho, la actualización catastral, la construcción de la plaza de mercado, la terminal de transporte, escuelas rurales, el coliseo deportivo, el palacio de justicia, así como la consolidación del sistema de aseo del municipio, entre otras.

Aun así, pasó cuatro años en prisión hasta que un juez sin rostro de la época lo absolvió tras evaluar todas las pruebas del caso. Tuvo que esperar un año más para que la decisión fuera ratificada por el Tribunal Nacional de Orden Público y recuperó su libertad. Es decir, estuvo encarcelado cinco años. Después, trabajó un tiempo como consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), pero por amenazas de muerte tuvo que aceptar asilo en Suiza.

Allá aprendieron un nuevo idioma, López Bula tuvo que volver a hacer una carrera universitaria, pues el título colombiano no era válido, estudió una maestría y consiguió un empleo. Su familia también empezó una nueva vida. El plan era quedarse solo 5 años, que luego se convirtieron en 20, pero nunca se desconectaron de los acontecimientos que vivía Colombia y que ocurrían en Apartadó.

«Siempre tuve ganas de regresar y volver a la política. No vengo a descalificar a nadie ni a polarizar el ambiente político, he llegado a hacer un análisis de cómo estamos hoy y para dónde podemos ir, leo los indicadores sociales, lo que se viene para esta región en los años que siguen en salud, educación, vivienda, servicios públicos, saneamiento básico, recreación, deporte, cultura», manifestó López Bula.

Expresó también que su meta es tratar de conjugar esos indicadores con las necesidades de la población, el crecimiento demográfico y la dinamización de la economía regional.

En el momento está en proceso de recolección de firmas ciudadanas para su candidatura pero también quiere tener los mayores respaldos posibles, de organizaciones sociales y políticas. Se mueve por las comunidades buscando apoyo, con esquema de seguridad proporcionado por la Unidad Nacional de Protección (UNP) y espera tener las garantías para hacer su campaña política.

eltiempo