Tras pasar varios días confinados y sin agua, el municipio de Murindó declaró la calamidad pública con el fin de buscar soluciones a la emergencia de desabastecimiento de agua que tiene afectadas a 2.653 personas y a dos comunidades indígenas. La situación se debe a una contingencia ambiental que afectó el recorrido del río Murindó, la única fuente de agua y de acceso y salida de estas comunidades.
Esto ha provocado que no haya agua ni forma de salir de la zona. Juliana Palacio Bermúdez, directora del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard) indicó que hay nueve comunidades afectadas, entre ellas dos indígenas.
Para mitigar el problema, el Dapard está realizando una evaluación con Corporurabá para implementar pozos subterráneos. Además, agregó, en estos momentos se atiende la emergencia a través de motobombas y mediante el envío de kits de alimentos e implementos básicos de aseo.
Entre las poblaciones perjudicadas se encuentran las ubicadas en las riberas del río Murindó como: Bartolo, Canal, Pital, No hay como Dios, Ñarangué y Murindó Viejo. También están afectadas Opogadó, Bella Luz, Campo Alegre, Bebarameño y la cabecera municipal.
José Leonardo Domicó Domicó, consejero de gobierno y representante legal de la Organización Indígena de Antioquia -OIA-, informó que si bien las autoridades competentes están atendiendo la problemática en Murindó, para la OIA sigue vigente la preocupación ante un problema que es de trasfondo: alrededor de los resguardos, agregó el consejero, se requiere un pedagogía con la población campesina y con las comunidades indígenas para que no exista deforestación, un factor que incide directamente en la actual emergencia.