El más reciente informe del Instituto Nacional de Salud reportó un incremento preocupante de personas con COVID-19 en la subregión de Urabá, siendo el foco el municipio de Carepa en donde suman 210 personas contagiadas.
Según las autoridades, en 8 de los 11 municipios de Urabá, reportan casos postitivos, la mayoría relacionados con el brote en las Fuerzas Armadas.
Sin embargo ya se ha advertido que hay unos cuantos pacientes a los que se les desconoce la procedencia del virus, situación que lleva a afirmar a las autoridades locales que la enfermedad ya circula sin control.
Sobre el particular, el gobernador encargado de Antioquia, Luis Fernando Suárez, confirmó que esta subregión y el proyecto Hidroituango son las dos zonas donde en este momento se tienen identificados los focos de propagación en todo el territorio departamental.
“Ese es uno de los brotes que tenemos en el departamento, otro es Hidroituango, por eso un equipo de la Secretaria de Salud estuvo en Urabá revisando toda la estrategia de trabajo se tomaron decisiones importantes orientadas a mejorar la capacidad de respuesta en la subregión. Nos preocupa el brote pero creemos que con las medidas que se están tomando se va a controlar la propagación”, afirmó el gobernador encargado.
Recordemos que el brote en Urabá surgió luego de que a la zona llegara un miembro de las Fuerzas Armadas infectado, propagando el virus en la subregión.
Por último, se conoció que esta misma semana en Apartadó será habilitado un laboratorio para el procesamiento de pruebas de COVID-19.