El llamado de la Unión Europea es para que «se interese por el caso e investigue (de forma) exhaustiva» los hechos por los que dos personas relacionadas con ataques a ese colectivo colombiano habrían quedado en libertad por vencimiento de términos.
Las intimidaciones que viene sufriendo la Comunidad de Paz de San José de Apartadó escalaron hasta la Unión Europea. Este jueves, a través de una carta, la comunidad política le hace un llamado al fiscal general, Néstor Humberto Martínez, para que tome cartas en el asunto.
Aunque los países firmantes «reconocen buena disposición de varias instituciones para dar respuesta a las preocupaciones que han estado exponiendo», lo cierto es que «el pasado 29 de diciembre volvieron a ser testigos de un nuevo ataque contra la comunidad».
Hay varias razones que suscitan preocupación entre la UE: 1) la falta de acciones que velen por la protección de la comunidad; 2) los ataques se han dado en presencia de integrantes de organizaciones civiles europeas y colombianas, lo que «denota hasta dónde están dispuestos a llegar»; 3) la falta de operatividad de la justicia.
«Las dos personas detenidas en relación con el ataque habrían sido puestas en libertad por vencimiento de términos. Esto ha generado temor y desconfianza en la comunidad y manda un mensaje negativo en relación con la necesidad de que quienes atacan a defensores de derechos humanos respondan ante la justicia y sus delitos no queden en la impunidad», se lee en la carta.
El llamado de la UE al fiscal es para que «se interese por el caso y tome las medidas necesarias para asegurar una investigación exhaustiva» de lo que viene pasando. Horas antes de que terminara 2017, la Comunidad de Paz de San José de Apartadó denunció que cuatro personas trataron de asesinar a su representante legal, Germán Graciano Posso, quien resultó herido.
«Intentaron, primero, hacer entrar a un cuarto a varios miembros de la comunidad que se encontraban allí y a quienes amenazaron de muerte sacando sus armas», detalló la comunidad. Y agregó que algunas personas reaccionaron y lograron quitarle el arma a uno de los agresores y ataron a otros dos.
Desde hace varias semanas los habitantes habían «notado la intensificación progresiva de amenazas y operaciones de inteligencia que anunciaban un golpe grave contra la Comunidad de Paz», que ellos denunciaron pero «no produjeron ninguna reacción ni protección» del Estado.
La Comunidad de Paz fue conformada el 23 de marzo de 1997 por habitantes del caserío de San José de Apartadó, ubicado en el municipio de Apartadó, que acordaron no «ser parte ni directa ni indirecta del conflicto» armado.