Cuando se adelantaba las exequias y la misa en el cementerio Portuario del municipio de Turbo, en la zona de Urabá, del joven Leyvis Maturana, fue agredido el carro fúnebre a golpes de mano y otros artefactos dañándole los vidrios panorámicos delantero y el de la parte trasera de la carroza fúnebre.
Todo comenzó porque algunos amigos del joven fallecido solicitaban ver por última vez a Leyvis, sin embargo, empleados de la funeraria, advertían que no se podía por el estado de descomposición.
Al final, después de tanta insistencia el sepulturero abrió el cajón antes de meterlo a la bóveda, cuando se sintió el mal olor por la descomposición del cadáver.
Esa situación originó el malestar de los asistentes, especialmente, jóvenes quienes la arremetieron contra la funeraria, los funcionarios y los responsabilizaron del estado del cadáver.
La Policía tuvo que intervenir proteger a los funcionarios, mientras que se explicó que la descomposición obedece a las demoras que tiene Medicina Legal en Apartadó, debido a la falta de un médico legista para adelantar las necropsias.
Las funerarias y la comunidad de Urabá, le solicita a Medicina Legal nombrar un médico para la región para evitar situaciones como las reportada en Turbo.