Urabá - 8 septiembre, 2018

Sorprendida mientras pasea un tigrillo de tres meses en sus brazos

Por Noticias Urabá

El animal, según expertos, presenta signos de alimentación inadecuada y su recuperación podría tardar hasta un año.

Por eso, el Leopardus pardalis, como se le conoce científicamente al tigrillo u ocelote, fue trasladado al Hogar de Paso para Animales Silvestres de Corpourabá, en Carepa, Antioquia.

Luego de realizarle las valoraciones médico veterinarias necesarias, Ana María Ceballos, coordinadora de ese lugar, estableció que el ejemplar debía ser declarado en cuarentena, por un posible cuadro parasitario.

“En animal se encuentra en regulares condiciones, está decaído, llegó deshidratado y el pelaje está opaco, en mal estado, lo que es indicativo de presencia de parásitos. Lo medimos por condición corporal y lo calificamos con 2 (que en una tabla de 1 a 5 indica que 1 es el mejor estado), que significa que tiene una masa muscular reducida”, explicó Ceballos. “Como es un animal cachorro, tenemos que dejar que llegue a su edad juvenil para evaluar su adaptabilidad, podríamos tardar un año en la recuperación”, indicó.

A manos de los expertos de Corpourabá llegó luego de que el martes una patrulla de la Policía lo decomisara cuando sorprendió a una adolescente de 18 años que lo paseaba por la calle 83 con carrera 75 del Barrio Brisas del Río en Carepa.

Sobre la presencia del tigrillo en Urabá, Ceballos manifestó que la zona “es de corredores biológicos y hay distribución natural de la especie, por ejemplo en la serranía de Abibe. Al año nos llegan dos aproximadamente”.

La hipótesis más cercana para que cayera a manos de humanos es que la mamá pudo haberlo abandonado para ir a conseguir alimento y una persona que pasaba por su lado lo vio y se lo llevó.

Las autoridades invitan a evitar el comercio de estos animales. El ocelote no está en peligro de extinción, según la Lista roja de animales en peligro de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).