El gremio bananero, en particular en Urabá, tendrá que extremar sus medidas de control y seguridad para evitar que en los barcos y contenedores que sacan la fruta de la zona se cuelen cargamentos de droga que han sido descubiertos en Bélgica y Holanda y que ponen en riesgo la reputación de las empresas y el sector y que, incluso, pueden romper lazos comerciales.
De 14 toneladas de cocaína descubiertas este año en barcos y cargas procedentes de Colombia, 11 salieron de los puertos del Golfo de Urabá. Se trata de una gran amenaza a la confianza que ha logrado recuperar el país, poco a poco, para quitarse de encima el estigma del narcotráfico. No se debe permitir que esa “marca” vuelva a cerrarnos puertas en el exterior.