El tren de alta velocidad Medellin – Bogota cubriria la ruta en un tiempo no superior a las cinco horas, y en una linea con 360 kilómetros de longitud
En cuestión de meses un tren de alta velocidad (TAV) para unir a Medellín con Bogotá ya estaría en las cuentas de la Nación como un proyecto de interés estratégico.
Así lo anunció el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, quien reveló que ya se están realizando los estudios para construir una línea férrea con las características de un tren “bala” con el objetivo de unir a la capital de Antioquia con la capital del país.
El megaproyecto, que hace parte del Plan Visión Férrea Antioquia 2020-2050, es el aporte del departamento a la reactivación de este sistema de transporte en el paí
“Sería un tren de alta velocidad o mediana velocidad que comunicaría los dos centros urbanos, tanto Bogotá, su área Metropolitana y municipios cercanos como Medellín y el área metropolitana, que concentran más de 13 o 14 millones de habitantes entre las dos metrópolis”, señaló el gobernador de Antioquia.
La iniciativa atraviesa la fase de estudios de prefactibilidad, en la cual se analizan las condiciones del terreno para el trazado de la línea férrea, se evalúa la viabilidad y se contemplan los principales retos, como lo es su estructuración financiera.
“Los estudios para la construcción de esta obra de infraestructura los está desarrollando la promotora del Ferrocarril de Antioquia”, precisó Gaviria, y dejó en claro que aún no se tiene calculado cuánto costará este megaproyecto de infraestructura, “pero será uno de los que generará un gran impacto en la movilidad entre estas principales ciudades”.
El funcionario también viene explicando que en la estructuración, se plantean alternativas de búsqueda de financiación internacional, para reducir las emisiones de carbono producidas por los aviones entre ciudades.
El tren de alta velocidad (TAV) Medellín – Bogotá cuenta con el apoyo de los gobiernos de España y Reino Unido, entre otros países.
Características del proyecto
La megaobra férrea contempla una longitud de 360 kilómetros e iría la mayor parte de su trazado en paralelo a la concesión vial de doble calzada que une a Bogotá con Medellín.
Se proyecta que la línea férrea se conecte con el Área Metropolitana de Medellín por el oriente, la línea se extendería hasta el sector de Caño Alegre en inmediaciones del municipio de Puerto Triunfo, seguiría por el Magdalena Medio y entra al departamento de Cundinamarca hasta el municipio de Guaduas y su trazado continuaría hasta la capital del país por el occidente del casco urbano (ver gráfico).
Además, el TAV Medellín-Bogotá alcanzaría un velocidad mínima de 290 kilómetros por hora, lo que permitiría un tiempo de cinco horas para unir a los dos centros urbanos.
“A través de la reactivación de su sector férreo, Colombia tiene el potencial de hacer frente a desafíos importantes en materia de reducción de pobreza, competitividad y mitigación del cambio climático, y un ejemplo es este megaproyecto”, señaló Guillermo Reyes, ministro de Transporte.
La conexión férrea entre Medellín y Bogotá no es un tema nuevo, y su historia es la misma a la de los ferrocarriles en Colombia que viene desde el siglo XIX. La línea existente pero fuera de uso conecta a la capital del país con el municipio de La Dorada en el departamento de Caldas, continúa por el Magdalena Medio hasta el municipio de Puerto Berrío, y desde ese punto la línea se extiende hasta la capital de Antioquia.