Desde hace tres años, San José de Apartadó, corregimiento flagelado por la violencia en el pasado, no registra homicidios. Así lo confirmó el vicepresidente de la República, Óscar Naranjo, tras su visita a esa localidad ubicada en el Urabá antioqueño.
El vicepresidente se trasladó a este territorio para sostener un encuentro con los líderes sociales y las instituciones encargadas de la seguridad.
Según las autoridades, gracias a los sistemas de alerta temprana se ha logrado la protección de las comunidades que se han visto amenazadas por los grupos delincuenciales que frecuentan la zona.
Sin embargo, Naranjo afirmó que persisten amenazas en contra de algunas personas en la región, razón por la cual se mantienen las alarmas encendidas.
“Hay que destacar que ha habido una recuperación significativa, aunque todavía pesan amenazas que rechazamos y vamos a investigar”, aseguró.
Ante las denuncias de intimidaación a algunos líderes, el Vicepresidente pidió a la Fiscalía hacer seguimiento de los casos y cerrar las especulaciones de autoamenazas.
Cerca de 240 personas reciben asistencia de la Unidad Nacional de Protección (UNP) en ese corregimiento.
El Gobierno lanzó una advertencia al “clan del Golfo” para detener su accionar en esa zona, someterse a la justicia o, de lo contrario, atenerse al peso de la autoridad.