Un espectáculo natural se observa cada año en uno de los corregimientos del Urabá antioqueño. Allí, al llegar el verano, el agua de un caño se torna rosada.
El afluente, conocido como el río rosa, está ubicado en el centro del corregimiento de Uveros en San Juan de Urabá.
Los pobladores aseguran que con la llegada del verano las olas que ingresan del mar golpean las raíces de los mangles en el caño, que producen la despigmentación que le da el tono rosa al agua.
Al llegar el verano, Uveros se convierte en un atractivo turístico para observar el fenómeno natural.
La razón científica
En la naturaleza la principal responsable de este tono rosa es una microalga llamada Dunaliella salina.
Esta alga puede darle al agua un tono de color anaranjado a rojizo dependiendo de la intensidad solar.
Para que esta alga esté presente es necesaria una alta concentración de salinidad.
La razón por la que se da este fenómeno en Uveros es que en la temporada de sequía la concentración de sal aumenta en el caño, lo que es predilecto para la formación de los microorganismos asociados a la alta salinidad como esas microalgas y bacterias halofilas (organismos que viven en ambientes con presencia de gran cantidad de sales).