El alcalde de San Pelayo pide la intervención del Gobierno para evitar una posible tragedia, tras informar al INVÍAS sobre las afectaciones en el puente que une importantes municipios del Urabá.
El deterioro del puente metálico que une San Pelayo con otros municipios de la margen izquierda del Río Sinú ha generado alarma en la comunidad de la zona. El alcalde de la localidad, Harving Espitia, ha solicitado con urgencia la intervención del Gobierno Departamental y Nacional para evitar una posible tragedia.
Desde el mes de marzo, el Instituto Nacional de Vías (INVIAS) ha sido informado sobre las afectaciones que presenta el puente, en donde se observa un desprendimiento y una grieta pronunciada en una de sus cabeceras.
El puente de más de 150 metros de longitud es vital para conectar San Pelayo con poblaciones de Santa Lucía, Arboletes y otras zonas del Urabá, así como con las poblaciones de la margen izquierda del río Sinú.
Aunque el INVÍAS realizó una intervención en el costado derecho del puente el año anterior, el costado izquierdo fue dejado pendiente. El incremento del tráfico pesado a raíz del paro minero en el Bajo Cauca ha acelerado el deterioro de la estructura.
El puente, que tiene más de 25 años de construido, nunca ha recibido un mantenimiento integral. La caída del puente El Alambrado sobre el Río La Vieja en Quindío y Valle del Cauca ha aumentado la preocupación de la comunidad de San Pelayo ante la posible ocurrencia de una tragedia.