De acuerdo con la Dijín de la Policía, el Clan del Golfo está conformado hoy por 3.655 integrantes en diferentes regiones y subestructuras, comandadas principalmente por cinco cabecillas, entre los que se destacan “Chiquito Malo”, “Siopas”, “Gonzalito” y “Rodrigo Flechas”.
Estos tres primeros son los que, en las últimas ocho semanas, tomaron más fuerza con sus ataques contra la Policía y el Ejército. Según el organigrama, alias ‘ Chiquito Malo ‘ está a cargo de las estructuras Central Urabá y Erlin Pino, conformadas a su vez por 30 y 23 personas que participaron activamente en los casos de homicidios de uniformados.
Por su parte, Camilo González, investigador de Indepaz, señaló que de acuerdo a las investigaciones identificaron una presencia importante del Clan del Golfo en 190 municipios, en su mayoría de Antioquia, Córdoba, Sucre y sur de Bolívar.
“Aunque también ha logrado ganarle presencia el ELN en zonas como el Magdalena Medio y Chocó, en especial para mantener el control sobre las rutas del narcotráfico”, detalló González.
Pero esa presencia se mejoró con alianzas con grupos locales de delincuencia común con los que estableció planes más allá del narcotráfico.
“El 20 % de la totalidad de los hechos violentos y fatales registrados durante los últimos cuatro años son atribuidos directamente al Clan del Golfo, pero sí se revisan lo que han hecho los otros grupos, esa cifra sube al 30 %”, dijo González.
Para el experto, esto no representa necesariamente una expansión del grupo armado, pero sí una persistencia y grandes posibilidades de perturbación y daño.
Esto, sumado a la manera en cómo está estructurado el llamado Estado Mayor, son, según el investigador, los aspectos más complejos a los que se enfrentará el gobierno entrante cuando implemente su propuesta de una negociación política.