Lejos aún de estrenar el que será el túnel más largo de América Latina, la Gobernación de Antioquia está pensando desde ya en construir un nuevo tubo paralelo a ese megaproyecto, que hoy avanza en 75% y se terminaría a finales de 2023.
La noticia la dio el gobernador Aníbal Gaviria, quien anticipó que antes de tres meses le entregará un estudio preliminar de la ampliación al Ministerio de Transporte para su análisis.
El plan se sustenta en el incremento de la demanda que experimentará la vía al mar en 2025, año para el que está calculada la entrada en operación de Puerto Antioquia.
“Desde ya estamos pensando en que se necesitará para efecto del desarrollo económico de toda la región y del país el segundo túnel y por eso vamos a entregar el primer esbozo de ese proyecto”, expresó Gaviria Correa.
Juan Pablo López Cortés, secretario del Seres de Desarrollo Territorial, señaló que con la habilitación de las autopistas de cuarta generación (4G) y el puerto de Urabá no solo cambiará el sistema logístico del departamento, sino el del resto del país.
“El Urabá se convertirá en un gran polo de desarrollo, que tendrá un potencial de atracción de todo el Pacífico y el Sur del país”, explicó López, añadiendo que las proyecciones de movilidad apuntan a que ese eje vial experimentará un crecimiento significativo en su volumen de operaciones.
Pese a que todavía no es claro cuál sería el trazado exacto de ese nuevo túnel o cuántos recursos se necesitarían, el gobernador anticipó que la chequera de la Nación será crucial para sacar el proyecto adelante.
Comparado con el proyecto actual, que se espera esté listo en los últimos meses de 2023, cabe recordar que para reunir los $2,7 billones que costaron las dos fases, la Gobernación, la Alcaldía de Medellín y el Invías tuvieron que unir sus fuerzas.
Un desarrollo a largo plazo
Desde la orilla del sector constructivo regional, el anuncio de Gaviria fue calificado como un paso importante de cara a que la obra empiece a ser discutida y se incorpore a los proyectos que en el largo plazo necesitará el departamento.
José Fernando Villegas, director en Antioquia de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), señaló que lo que ha mostrado la experiencia con otras obras viales similares es que la demanda de vehículos siempre ha terminado sobrepasando los estimativos iniciales.
No obstante, el líder gremial consideró que, antes de enfocar los esfuerzos del departamento en una empresa de esa envergadura, primero deben culminarse y garantizarse las obras ya en curso.
“El Puerto de Urabá y la conexión entre Medellín a Urabá son de la mayor importancia, son obras que transformarán la economía del departamento. Pero creo que nos tenemos que concentrar en lo que está contratado y está en ejecución. Todavía faltan muchos obstáculos que hay que superar para poder construir lo que estamos construyendo”, expresó Villegas.
Dentro de las obras que se desarrollan, el experto recordó que aún no se culminan los trabajos de proyectos como Mar 1 y Mar 2.
Pensando solo en el Túnel del Toyo, Villegas señaló que aún no se concluyen los dos contratos de obra pública firmados para su construcción y recordó que tampoco se han instalado los equipos electromecánicos que garantizarán su operación, en un contrato recientemente firmado por el Invías por un valor de $496.300 millones.
Además de esas dos obras, aparecen desarrollos como el Puente de Bolombolo, que podría costar más de $166.000 millones y se muestra clave para articular los autopistas Pacífico 1, 2 y 3 con Mar 1 y Mar 2. Todos estos, según el líder gremial, son proyectos cruciales para garantizar la conexión del centro del país con la nueva terminal portuaria.
Frente a los avances del actual proyecto, cabe recordar que según informó el director del Invías, Juan Esteban Gil, el túnel principal iba en un 75% en marzo pasado y se apuntaba a que iniciando el segundo semestre de este año se encontrarían los dos frentes de trabajo. De una longitud de 9.730 metros de túnel, la Gobernación informó ayer que se han excavado 7.500 metros.