Los audios dejan al descubierto el posible manejo irregular de $15.000 millones que se recogieron en la Costa, región que le dio la Presidencia. “No acepto chantajes”, dijo el mandatario.
La forma en que se gestó la campaña presidencial del primer presidente de izquierda que ha tenido Colombia en 200 años de historia republicana quedó salpicada por un escándalo de proporciones que ni el mismo Gustavo Petro, el hombre que logró ese hito político, tenía previsto que le estallara. Y no porque no supiera sobre los secretos que poco a poco se han venido filtrando, y que van desde chuzadas ilegales hasta una posible financiación irregular que, según palabras de uno de sus hasta hace poco escuderos, podría llevar “presos” a todos los que hoy hacen parte del círculo íntimo de la Casa de Nariño.
Y todo saltó por boca del ahora exembajador en Venezuela Armando Benedetti, de quien la revista Semana publicó en la noche de este domingo unos explosivos audios en los que se le oye decir, en medio de groserías y sobresaltos, que –con la información que tiene– “nos caemos todos, hijueputa”. Amenazó con revelar de dónde salieron al menos 15.000 millones de pesos que recogió en la Costa para la contienda que el 19 de junio de 2022 terminó en la victoria, en segunda vuelta, de Petro. Esa región fue clave, porque con una diferencia de unos 700.000 votos de allá fue que se impuso.
Su interlocutora es la exjefa de Gabinete Laura Sarabia, quien fue durante 6 años su trabajadora en el Congreso y que, tras la campaña que llevó a Petro a la Casa de Nariño, terminó dejando de lado su lealtad por Benedetti y dándosela toda a Petro. De ahí, por lo que se deriva de los audios filtrados, nace una guerra que los sacó a los dos del Gobierno y que hoy tiene al Jefe de Estado enfrentado los momentos más duros de sus 302 días de administración.
“En el momento en que yo diga quién dio la plata aquí en la Costa, yo sé qué es esa mondá; tú que no sabes un culo de historia, lee cómo empezó el hijueputa (proceso) 8.000 y por qué empezó, ahí está la clave de todo lo que te va a pasar”, se le oye decir a Benedetti con vehemencia en unos audios de los que –al menos hasta el cierre de esta edición– se desconoce cuándo fueron grabados.
Lo grave de esa afirmación es que la polémica a la que se refiere el hombre que antes se refería a Petro como “mi presidente”, y a quien incluso le decía “te quiero mucho”, es que revive un narcoescándalo que tuvo a la defensiva a Ernesto Samper (1994-1998) durante todo su Gobierno y que, precisamente, estalló cuando se revelaron unos audios en los que se confirmaba que los dineros ilegales del Cartel de Cali –comandado por los capos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela– habían financiado la campaña que en esa época hizo aupado en el Partido Liberal.
“Prepárense porque yo en cualquier momento reclamo mi espacio político, y no lo hagan para que vean, y si creen que es una amenaza, pues es una amenaza, y si quieres grabarlo, grábalo; exploto porque ayer ustedes me maltrataron como a una mierda y eso no se le hace a Benedetti”, se le escucha al político barranquillero en otra de las grabaciones en las que increpa con furia a Sarabia.
Lo que se ha venido filtrando también indica que Benedetti estaba inconforme con la Embajada en Venezuela y que, a través de su otrora aliada –Sarabia–, pedía un espacio en Colombia que le diera visibilidad y manejo político de cara a las regionales de octubre próximo.
Él mismo le dijo a la revista Cambio, en una entrevista publicada 12 horas antes de la filtración de los audios, que estaba buscando una especie de superministerio que le permitiera repetir el papel que cumplió en la campaña –levantando financiación, organizando cuadros políticos y, entre otras actividades proselitistas, convocando a manifestaciones públicas–, y que Petro le había dado el visto bueno.
Pero, al mismo tiempo, confirmó que su pelea con Sarabia –que incluyó el destape de interceptaciones ilegales a dos exempleadas de ella y la posible pérdida de dinero en efectivo– le pasó factura y que Petro se puso más del lado de su ahora exjefa de gabinete.
“No es mamando gallo, no es amenaza, porque tú me conoces. Yo no me voy a dejar mamar gallo, Laura, te lo juro por la vida de mis hijos que no pasará nunca, nos hundimos todos, nos acabamos todos, nos vamos presos, acabamos toda la hijueputa verga”, se le oye en otro apartado a Benedetti en los audios que destapó Semana.
Incluso, advirtió: “Yo hice 100 reuniones (…) 15.000 millones de pesos, es más, si no es por mí no ganan. Entonces, así sea de hipócrita, uno va y recibe a la gente, pero el tratamiento que tú y el Presidente me dieron ayer, marica, yo no sé, además, lo que te voy a decir no es una amenaza (…) veo que esto me puede emputar, pateo hijueputa, y ahí nos caemos todos, hijueputa”.
Esa mención que hace el exembajador tiene que ver con una cita que al parecer coordinó en Palacio con Petro y Sarabia, pero ambos lo hicieron esperar más de tres horas. Aún no es clara la fecha en que se habría dado, pero él mismo asegura que salió llorando por el mal trato recibido.
“Laura, tú me conoces a mí. El cuento del tigre, al tigre hay que dejarle una salida porque, si no, se tira encima de las personas. Y tú sabes que yo soy tigre que, sin salida, de pronto me tiro encima de las personas”, agrega el también exsenador en otro de los audios filtrados. Incluso, dijo que, ante todo esto, podría darse un episodio como el de la caída de las Torres Gemelas en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, tras un ataque de Osama Bin Laden. “Con tanta mierda que yo sé, nos jodemos todos”, advirtió. Esto, de paso, toca con las dos indagaciones que el Consejo Nacional Electoral le tiene abiertas a la campaña de Petro, que gerenció el ahora presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, por posible violación de topes e financiación.
Eso sí, tras esas filtraciones, el mismo Benedetti quiso matizar y sacó un trino ofreciéndole excusas al presidente Petro y Laura Sarabia. Y advirtiendo, además, que los audios habían sido manipulados y que “el ataque malintencionado no viene de mi parte”.
Y Petro, en Twitter, publicó una foto sonriente al lado de su hija Sofía con este mensaje: “¿Intranquilos? ¡Qué va!”. Luego, en otro trino, dijo que en la campaña filtraron sus reuniones de Zoom, también a Semana, que ahí no apareció nada grave, que por eso está tranquilo; también, que acepta las excusas de Benedetti, pero le pidió ir a la Fiscalía a aclarar lo dicho: “No acepto chantajes”.
Lo cierto es que Petro puede estar ante un escándalo similar al proceso 8.000, incluso más grave, el cual se suma a la investigación por enriquecimiento ilícito contra su hijo Nicolás –por recibir supuestamente plata de narcos para la campaña y quedársela– y el de su hermano Juan Fernando, mencionado en un expediente por el pago de varios millones de pesos por conseguir cupos para la paz total.
Por todo esto, entre otras reacciones, el excandidato Federico Gutiérrez fue en la noche de este domingo enfático: “Presidente Petro, renuncie. Ustedes se robaron las elecciones, hicieron todas las trampas habidas y por haber. Su Gobierno es ilegítimo”.