Urabá - 7 marzo, 2019

“No me dejen morir, no me dejen morir” las últimas palabras Jesica Urrutia

Por Noticias Urabá

Estaba inocente de que la iban agredir”, dijo un testigo.

Jesica Urrutia Palacios de 16 años de edad, fue atacada a puñaladas al parecer por una de sus mejores amigas en la noche del 24 de febrero, en jurisdicción del barrio La Esmeralda de Apartadó. La mujer fue llevada al Hospital local, pero las heridas fueron mortales.

Una de las hipótesis que maneja la Fiscalía es que la menor tuvo una discusión relacionada con el novio con una de sus mejores amigas.

El comandante del Departamento de Policía Urabá, coronel Gerson Fajardo, indicó que la víctima presentó dos heridas a la altura del tórax : “Se está adelantando toda la investigación. Ya contamos con una información donde se identifica a la agresora. Vamos a continuar con las investigaciones para llevarla a la Fiscalía”.

 Primera versión (Amiga)

Una de las allegadas a Jesica Urrutia Palacios, afirmó que eran las 11:00 de la noche cuando escuchó la discusión, varias mujeres actuaban en contra de la fallecida: “Una de ellas la agarró del pelo y la agachó, una vecina de la cuadra que es mayor de edad, colaboró buscando un machete, como no lo encontró le pasó un cuchillo a la agresora, quien en segundos le dio dos puñaladas por la espalda“, expresó la testigo.

No me dejen morir, no me dejen morir”: fueron sus últimas palabras.

La supuesta agresora huyó a la vivienda donde le facilitaron el arma: “Jésica salió caminando y decía ‘No me dejen morir, no me dejen morir’ cuando llegó a la antena de comunicaciones o parte baja del puente colgante se desmayó, un joven que pasaba en una motocicleta la trasladó al hospital, mientras que la agresora fue escondida por sus amigas”, dijo la testigo consultada por La Chiva de Urabá.

LE DECÍAN “GALLINA DE COCO”

Por su cabello y alegría descomplicada los amigos de confianza le decían Gallina de Coco, residía en el barrio La Esperanza de Apartadó, aunque estuvo una temporada en Medellín, siempre le expresó a sus familiares que le gustaba estar en Urabá.

Vivía con la abuela, frecuentaba el Parque La Martina y en una temporada cayó en las drogas: “Pero a pesar de sus locuras no se metía con nadie, no era grosera, no se expresaba feo, nunca la vi peleando con nadie“, recordó Mariana, amiga.

“FUIMOS A DESAPARTAR LA PELEA”

Luz Miriam Barón Hernández, residente en la vivienda de donde salió el arma homicida, expresó que en ningún momento le facilitaron el cuchillo: “Ella se metió, pero queremos aclarar que nadie se lo prestó, nosotros fuimos para desapartar la pelea, pero ahí había mucha gente viendo la riña, (…). La agresora vivió una temporada conmigo, pero le quiero pedir a la gente que no hable cosas sin saber”.

“No es un adiós es una despedida y quedarán las experiencias vividas, tantas tristezas y alegrías compartidas y aquí los que te amamos lloramos tu partida”, dijo Juancho, amigo de la hoy occisa.

Segunda versión (vecina)

Eloina Proto Barón, habitante del barrio La Esmeralda de Apartadó, afirmó que presenció el crimen de Jessica Urrutia Palacios.

“Estaba en la cuadra hablando con un amigo, vi las dos muchachas teniendo una discusión por perico, Jessica le reclamó a Coraima, por un chisme que se había generado, donde supuestamente ambas tendrían relaciones sexuales por alucinógenos, intercambiaron palabras fuertes y se fueron a los golpes“, relató Proto.

Agregó que la riña inició a las 11:00 de la noche y se alargó cerca de una hora: “Por los gritos la comunidad salió a ver, llamé a mi mamá e incluso a mi hermana para que Coraima no peleara más, se la llevaron para la casa, minutos más tarde Jessica empezó una segunda pelea con otra muchacha que llamamos Andrea, mientras ellas estaban agarradas es que ocurre la fuerte agresión”.

Señaló que “Coraima”, al estar en la vivienda donde había vivido por años, agarró un cuchillo de la cocina y regresó a mitad de la cuadra a buscar a Jessica: “En esos momentos otra muchacha que le dicen Dayana, agredió con una patada a Jessica, del fuerte golpe se agachó y es ahí donde es agredida por Coraima con dos puñaladas en la espalda. Ella gritaba que no la dejaran morir. Cerca de cinco minutos estuvo recostada a una pared, caminó hasta la antena de telefonía y cayó, la comunidad decidió prestarle la ayuda y la llevaron al Hospital”, indicó Proto.

La testigo manifestó que fue el día lunes que se enteró de la muerte de la menor de edad:

“A mí mamá la culpan de prestar un cuchillo, eso es falso, nadie de mi familia se metió en esa pelea, le pido a las autoridades que investiguen y se darán cuenta que lo que digo es verdad. La Policía logró conducir a las muchachas a la Estación, horas después las dejaron en libertad y todas ellas por seguridad se fueron del municipio“, indicó Eloina.