En el coliseo de Necoclí, donde hay 297 migrantes extranjeros varados, se detectó un brote de coronavirus. El gobernador (e) de Antioquia, Luis Fernando Suárez, explicó que se practicaron pruebas masivas y se encontraron 68 contagios activos.
“Hemos activado todo un dispositivo con secretarías de Gobierno, Salud, MANÁ, Inclusión, para garantizar sus derechos y que puedan cumplir el tiempo de confinamiento mientras se recuperan”, dijo.
EL COLOMBIANO tuvo acceso a un acta de reunión de las autoridades municipales, realizada en la noche del pasado martes, en la que se acordó que la Gobernación de Antioquia enviará kits que garanticen la alimentación de los migrantes durante las siguientes dos semanas, en las que se hará un aislamiento estricto del coliseo.
Además se ordenó arreglar la vía de acceso al centro deportivo para facilitar que ingresen los camiones que abastecen de agua y comida y la Policía Nacional se comprometió a conseguir un traductor especializado en portugués para que facilite la comunicación con los extranjeros quienes, según la Gobernación, provienen de Haití, Cuba, Chile, Brasil, República del Congo, Venezuela, Guinea, Mauritania, Senegal y Camerún.
Janna Vásquez, coordinadora del albergue, explicó que las mujeres gestantes del albergue serán atendidas por un médico en un espacio del hospital. Esto, luego de que una de ellas presentara un aborto en los últimos días.
“No sabemos cómo se contagiaron. Ellos tenían un protocolo para salidas durante tres horas al día pero lo incumplieron y han sido muy indisciplinados con las medidas de bioseguridad como el uso de tapabocas y el lavado de manos. No sabemos cómo se contagiaron”, dijo.
En el limbo
Ante la declaración de cuarentena en el país, los migrantes que buscaban llegar a Capurganá y luego pasar a Panamá se quedaron varados en las playas de Necoclí y fueron concentrados en un espacio fijo para evitar que ellos u otras personas se contagiaran.
Por eso el 24 de marzo el alcalde Jorge Tobón firmó el contrato con la Fundación Brisa y Mar para atender a esta población y, por primera vez, se dimensionó la crisis humanitaria: 294 migrantes estaban varados, entre ellos 67 niños y 10 mujeres embarazadas.