Mientras el molinillo (Magnolia sambuensis), que se distribuye entre Panamá y Colombia, es vulnerable, el laurel arenillo (Magnolia katiorum), especie endémica de Urabá, está en peligro crítico de extinción.
Después de dos años de trabajo de campo, la investigadora Marcela Serna, estudiante del Doctorado en Ecología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, localizó apenas 13 árboles de laurel arenillo y 11 de molinillo, todos ellos en pequeños relictos de bosques entre pastizales y cultivos.
Según la doctoranda, las magnolias tienen una distribución muy restringida en el país y afrontan problemas de reproducción: “la escasez de árboles en bosques fragmentados y alejados entre sí implica dificultades de reproducción, razón por la cual no se encuentran juveniles que garanticen el reemplazo de los ejemplares adultos”.
Al respecto, amplía que como las flores de magnolia son bisexuales se puede dar la autopolinización, aunque se trata de una producción de semillas no viables.
Sin embargo las magnolias se caracterizan por tener un mecanismo conocido como dicogamia, que consiste en que la parte femenina de la flor es receptiva cuando la masculina aún es inmadura, y cuando la flor se encuentra en fase masculina las estructuras femeninas están marchitas.
Aprovechando este mecanismo se busca garantizar la polinización cruzada, es decir el transporte del polen de una planta a otra. Además, en este caso las flores son nocturnas.
Pruebas y características
Para ubicar los árboles fue necesario entrevistar a aserradores y establecer algunos recorridos. Asimismo se fabricaron diez parcelas rectangulares, cada una de 200 m2, en las que se caracterizaron otras especies asociadas con las magnolias.
En el caso del laurel arenillo se encontró que este requiere de bosques más conservados y se asocia con una altitud mayor que el molinillo. Este último, por su parte, está asociado con otras especies de áreas abiertas, por lo que probablemente son más tolerantes a la perturbación.
Como durante el estudio no se obtuvieron semillas de laurel arenillo, solo se hicieron experimentos de germinación con semillas de molinillo con dos tratamientos: luz y oscuridad, y con tres tipos de sustrato: arena, tierra y tierra con arena.
En el primer ensayo, de 200 semillas solo germinó el 3 %, mientras que en el segundo, de 120 semillas germinó el 35 %. Teniendo en cuenta que estos experimentos se realizaron en Medellín y no en Urabá, el estudio recomienda que las semillas de esta especie se almacenen cuidadosamente para lograr una mayor germinación.
Pertinencia del estudio
Según la investigadora Serna, conocer información de este tipo es útil para “sensibilizar a los habitantes de la región y evitar la tala de las especies, lo que ha representado una amenaza. Además para informar a las autoridades gubernamentales –como Corpourabá– y científicas –como Conservación Internacional– de la urgencia de recopilar datos para diseñar e implementar programas de conservación, dada la dificultad de localizar los árboles y las poblaciones de magnolia”.
La estudiante de doctorado también manifiesta que es importante hacer estudios de seguimiento y extenderlos a otras áreas, dada la relevancia de las magnolias en Colombia por ser la segunda Nación con más especies, después de China.